viernes, 19 de agosto de 2016

Diario de un cuidador inexperto...

Ya estoy en Valencia le he dicho, hoy a mi madre, se puso a llorar por teléfono, y eso es un buen síntoma, se que esta bien, siempre que me marcho de viaje, quiere que le llame,solo quiere que le diga que llegue bien, entonces me dice, que contenta estoy,mi madre de siempre sufre mucho con los viajes de sus hijos de sus nietos de siempre cuando mira los telediarios, esta pendiente de la carretera, últimamente con sus nietos, con los aviones , cuando ve cualquier noticia de un avión, de lo que sea, llama, y pegunta por mi hija,la Isa esta bien me dice,pues claro mama esta en su casa le respondo, es que como se ha caído un avión, yo la primera vez me asuste, ahora forma parte de la rutina.
En realidad lo que quiere es hablar conmigo y con los que están en casa y preguntar por todos el teléfono les saca de una soledad impuesta, que les hace morir cada día, un poco esa soledad de sentirse solo, ami que me encanta la soledad,pero me pasa a veces que no tengo llamadas, de los que quisiera que me llamaran, por que yo los quiero, y pasan los días y no te llaman la sensación de olvido me duele mucho, y a veces tengo el teléfono pienso bastante llamar a alguien por si lo molesto, luego cuando me atrevo y marco los números, y llamo a alguien que necesito contarle algo, que para mi es importante, llamo y del otro lado, me dicen luego te llamo, que estoy ocupado, y el luego es nunca.
Comprendo a mi madre a su soledad, sus ganas de oír mi voz de sacarla de ese pozo de su rutina, ella me dice siempre cuelga hijo que esto gasta, y a ti no te sobra,siempre con esa angustia de vivir, para ella el miedo de no tener, es el miedo del hambre, de su niñez.
Una llamada salva un corazón, por que lo digo muchas veces las palabras curan.

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