jueves, 11 de agosto de 2016

Diario de un cuidador inexperto...

llegamos a Baeza. La miramos de frente, como se deben mirar las ciudades,la cruz baqueta nos recibio dormida, tocamos el claxon y se giro para mirarnos.
Se lo estoy contando ahora a mi madre por telefono,siempre que llegamos al pueblo,llamamos a mi padre,mi padre siempre repite lo mismo,cuando llegueis llamarnos y asi llevamos 30 años con la ansiedad de llegar,y con la ansiedad de llamar.Fue un viaje especial bajamos al Sur,hablando de teatro,especialmente de Lope de Vega, traíamos en nuesta piel todo el fuego, de la cuna del teatro,y reforzamos nuestro fuego,en Santa Elena alli nos acogio Asensio amigo de la infancia y claro con la infancia en las retinas mas teatro.Por que el teatro mas grande, es el de la infancia.
Llegamos furtivos,mi madre queria venir con nosotros.Y hubo que engañarla,y es duro tener que engañar a una madre,ella no puede venir,por que no tiene ni movilidad ni fuerza,nos marchamos como cuando me dejaba ella,en el internado,decia quedate aqui Joselito,que vengo en seguida,y ese enseguida se hacia eterno.
Hoy le gaste una broma muy teatral un cruz de piedra girando su cabeza para vernos,he conseguido que sonria,gracias al teatro,por que eso solo puede ser en teatro,girar la piedra hacer que hable la fuente de Santa Maria,que la catedral se incline,y que una nube de petalos se derrame por los ojos de la catedral,teatro teatro mucho teatro que la vida es una gran "mentira"
Asi objetivo cumplido una sonrisa,y con eso a ella le basta,una sonrisa y unos versos de Benedetti,que cantamos a coro.
No cabe duda esta es mi casa.
!no cabe duda esta es mi casa!
Mi casa es Baeza,y e ella escribo hoy este diario,con una sonrisa.
Sabiendo que las palabras curan.

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