domingo, 27 de noviembre de 2016

Diario de un cuidador inexperto.
Hoy le leí a mi madre el poema que escribí, en contra del maltrato a la mujer, ella esta semana esta con mi hermano que como ya saveis es un cuidador experto, un ángel de persona, el los sábados por la mañana, cuando yo estoy en la radio le pone ami madre el pequeño transistor y ella me escucha,ella durante los treinta años que yo estoy en la radio nunca me ha escuchado,pero ahora mi hermano le sintoniza la radio,y ella que al principio no reconocía mi voz, ella le dice a mi hermano. Lucas esa no es la voz de joselito, el no habla así de fino ademas dice palabras raras que ella no entiende, ahora después de un año se ha convencido.y mi hermano dice que se pasa todo el programa preguntando cosas, mi hermano me dice y se ríe, que para ella el misterio de que por un altavoz de una radio pequeñita pueda escuchar a personas que están en otro sitio, no lo entiende muy bien,de echo cuando ella era pequeña escuchaba la radio de lamparas de mi bisabuelo,que por cierto en aquellos años le costo una ruina de dinero,es una radio grande de madera es lo único que conservo yo en mi casa la radio,que alegraba la vida de los años negros de la posguerra,cuando la podían escuchar por que mi abuelo solo quería,sintonizar la Pirinaica, o radio Moscu, que se oía según mi madre, con un montón de ruidos, mi abuelo, sacaba un alambre, que ataba en el emparrado del corral para que le sirviera de antena.
El era de los que escuchaba todos los boletines de la BBC inglesa, y cuando termino la segunda guerra mundial, el esperaba la noticia de que los aliados ocuparían España, un año después del final de la segunda gran guerra mi abuelo cogió una gran depresión,y solo salia a la calle de noche o de madrugada,el no pudo soportar que España fuera fascista y no lo supero nunca,resistió en vida asta la muerte del dictador que fue su gran alegría, ese año,1975 fui a verlo a Barza en navidades, y lo celebramos primero con un gran abrazo, y luego con anís dulce con mantecados con roscos de vino, gusanillos de pasta,fueron las mejores navidades, escuchamos villancicos y eso que el no era nada religioso,la radio sonaba todo el día ese invierno de 1975.La muerte de Franco abrió una gran ventana en sus ojos,en otro diario hablaremos, de la desilusión que mas tarde el se llevo con la actual democracia.
La radio como os decía marco una época en mi casa, desde que mi bisabuelo la compro, hasta, ahora que esta en mi salón, y esta mañana lluviosa de otoño la miro, me retrae a mi infancia, a los años de luto de mi abuela, mi abuela guardo luto durante diez años por el fusilamiento de su hermano en la tapia del cementerio de BAEZA,jamas supero el dolor, el dolor no se supera nunca.
Una mañana se levanto y conecto la radio, y se escucharon coplas que fue la banda sonora de sus vidas, coplas y la señora FRANCIS que no se perdían ni un solo día por la tarde en la mesa camilla, con el brasero bajo las faldas escuchando las historias de desamor, ficticias que se contaban en la radio.
Hoy le quite el polvo a toda la historia de mi familia y conecte la vieja radio de lamparas, que carraspea, y aquí estoy escuchándola esta mañana lluviosa emocionado, por tantos recuerdos, y gritando para mis adentros viva la radio.

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