Diario de un cuidador inexperto.Mi madre hoy estaba filosofando, la charla de teléfono , fue larga,menos mal que colocamos el manos libres que gran invento el manos libres, mientras hablo con mi madre busco, un poema de FEDERICO GARCIA LORCA,quería leerle algunos pasajes de la ciudad perdida,poema en prosa dedicado a Baeza.
Pero ella quería filosofar y me decía,las personas no teníamos que llegar a tener que tomar tantas pastillas para vivir,cuando no pudiéramos andar nos tendríamos que morir, y yo le contesto mama hay mucha personas, que no pueden andar y son felices,si me dice, y me pregunta quien,y le cuento la historia de un amigo, que ella también conoce, que esta en silla de ruedas, desde que tenia 20 años, y tiene hijos y conduce un coche,si lo conozco y tiene dos nenas preciosa me dice,pero joselito yo no tengo ganas de estar todo el día, sentada en una silla, esperando que un día me muera,y ademas no quiero daros guerra ni a tu hermano ni a ti. No quiero mas pastillas joselito,y hay me siento inerme, por que yo no estoy de acuerdo en ese gran cóctel de pastillas que ella tiene que tomar para seguir viviendo.Toma tantas pastillas que necesita un plano,desayuno, comida, merienda, cena, y claro para dormir aunque ella no duerme.
Es cosa de locos hemos convertido a nuestros mayores en pura química,sus cuerpos son una explosión de productos terribles,si lees los prospecto, te asustas,por eso esa seguridad en los tanatorios, las incineradoras parecen capsulas nucleares,En los cementerios no hay ni pájaros, los cadáveres no lo quieren ni los gusanos pura química, que gran negocio para los laboratorios y farmacéuticas, que gran negocio alrededor de la muerte.
Pero como os decía mi madre estaba filosófica, y me decía que no joselito que tu no sabes lo que estoy pasando,que yo quiero que me entierre en la tierra como a tu bisabuelo, que quiero ser flor de centeno.
Mama tu siempre desde niño me dijiste que la vida hay que llevarla como se puede,como vienen las cosas hay que cogerlas,que no se tiene que estar siempre llorando las penas.
Y esos es lo que yo quiero que no llores esta tarde,que no puedo oírte llorar, por que ahora soy yo quien llora, y no quiero mas llanto.
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Jose Montoro
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