viernes, 20 de marzo de 2020


DIARIO DE UN INMSONME EN CUARENTENA.




Hace casi nueve meses que en la finca donde vivo llego un Ángel.
En un lugar donde vivimos pocos vecinos y la mayoría somos mayores cuando llega un niño en una casa donde uno de los más jóvenes habitantes soy yo, y ya sobrepaso la sesentena, cuándo llega un Ángel es una fiesta, entonces uno  se da uno cuenta de lo deprisa que pasa el tiempo, como galopan  los días por el territorio de mi vida, y sucede que cuando uno mira alrededor se da cuenta que algunos vecinos ya no están por que los años se los llevaron algunos al cielo, otros fueron cenizas y están en algún lugar de la Sierra de ESPADAN.
Si y lo digo con mucha pena en el lugar donde vivo faltan muchos vecinos, murieron como es ley de vida algunos se fueron, más jóvenes y otros en el momento que les tocaba por años, pero todos se llevaron el cariño de los vecin@s, los vecinos de mi casa son fantásticos y ya se que no es lo común, que casi sea normalizado los vecinos que se ‘matan`` entre ellos cosa que no entendí jamás, los vecinos son parte de la familia, lo aprendí de pequeño en la casa del Sur donde nací mi calle era de todos y todos éramos familia, mi vecina Rosa que yo le llamaba ´´chacha`` mi vecinas Blasa y Francisca que eran mis tías, todo era de todos y es cierto que teníamos muy poco y no nos faltaba de nada. El perro de Rafael que era mío también, el perro de Diego me gustaba menos se empeñó en morderme en el culo desde que yo era un niño, y de ahí mi fobia a los canes. Por cierto, se llamaba ALICAN, y Diego siempre me decía que el nombre se lo puso pensando en las playas de Alicante, un perro alicantino en Baeza que cosa.

                Yo he tenido suerte con mis vecin@s y me da rabia nombrar la palabra suerte cundo uno habla de personas, que deberían ser todas buenas, pero por desgracia aquí todo el mundo no es bueno.
Los vecinos de mi finca ahora son los hij@s de los que ya se fueron y yo veo en sus caras, a los que ya no están, a los que se fueron al cielo o ala tierra, uno de los hijos es el nuevo habitante del hogar que tengo encima, y acaban de tener un retoño que nació llorando, y nueve meses después sigue llorando. Llora hasta cuando se ríe, llora y llora y el acompaña con su banda sonora mis noches y mis días de insomnio, cuando se calla lo echo de menos y me preocupo por el, con la cuarentena hace días que no lo veo y lo echo de menos, cuando lo veía le hacia carantoñas y se reía a carcajadas, nada más hermoso que un Ángel riendo su risa me sacaba de mi tristeza.
Cuando acabe esta pesadilla, le haré ¡cosquillas ¡que es lo que más le gusta a este ángel laico que habita mi cielo. Cuando pasen los años y si la vida me deja le contare como fue su infancia, como lloraba en los días de cuarentena.
Nada mas hermoso que un ÁNGEL riendo, aunque cuando se ríe parece que esta llorando.


VALENCIA 20 DE MARZO DEL 2020

SEXTO DIA DE CUARENTENA.


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