viernes, 29 de diciembre de 2023

 HOSPITAL DE SANTIAGO ÚBEDA

CARTA PARA MADRE.
Llegamos al Sur fue un viaje largo madre, desde que tú no estás todos los viajes son siempre largos madre, recorrimos la meseta recordando a muchos seres queridos que ya no están , y sin embargo no se marcharan jamás, llegamos a Tomelloso muy cansados con la prisa del llegar, “nunca se debe ir con pisa a ver los seres queridos” una dulce niebla cubría el campo santo y allí vimos a los tres ( Félix, Paca, y Lupe) son malas fechas dijiste al verme mis ojos humedecidos,
- si Lupe se fue en Enero ya casi hace dos años y todavía no me lo puedo creer.
Se fue sin decir adiós en silencio, ella que tenia La llave de la niebla, ella vive en este cielo esponjoso lo sé.
Su ausencia nos dejo huérfanos, dejo un hueco irreparable en nuestras vidas.
Salimos de Tomelloso llorando como ahora llora el cielo, adiós familia GRANDE, y ahora oigo la voz de mi madre que dice no llores Joselito, y recuerdo la voz de PACA .
Salimos de Tomelloso compungidos, bajo una niebla espesa gris y triste, abandonamos el campo santo sin mirar atrás, ya no existía la ciudad, solo unas sombras sucias en los arrabales de un lugar de la Mancha.
Volamos hacia el Sur sentados en una cascara vieja de nuez, llego Despeñaperros, Santa Elena y nos perdimos entre olivos hasta que llego la oscuridad, y con ella los faros deslumbrantes y otra vez la niebla, ya desde Vilches hasta Úbeda solo sombras y curvas.
Entramos en la ciudad, como entro San JUAN de la CRUZ a primeros de diciembre de 1591 muy cansado, con unas “calenturillas” que le llevaron a la muerte.
Nosotros por fortuna solo teníamos el cansancio de un largo viaje, nada que no pueda arreglar un café con leche caliente, o un sorbo de licor casero ubetense, llegamos al antiguo hospital de Santiago hoy centro cultural, el lugar donde yo nací, donde llore por primera vez, hoy estaba aquí de nuevo y esta vez era para leer mis versos, un buen amigo MANUEL OCHANDO me ha incluido en una antología poética de POETAS DE JAEN.
Llegamos con tiempo recorrimos las salas en silencio, los recuerdos olían a mi madre, a noches Úbedeñas.
Me senté en un banco del patio renacentista, primero escuche un violín, después las aterciopeladas voces de un coro celestial, mas tarde en mi memoria llegaba aquel hospital de 1958 mi madre empujándome para traerme a este mundo.
“No hay nada de mas sabiduría que el parto: el rito milenario de la especie, hace de una mujer, a todas las mujeres” mi madre era una de ellas, parián juntas en una fría sala calentada con braseros de cisco, el vaho del agua caliente salía por la puerta y empañaba las vidrieras del viejo hospital de Santiago, las olas resonaban en los vientres de las mujeres campesinas, la cal de las paredes vieron muchos “milagros “llegaron muchos niños al mundo en un tiempo de hambre sin un pan bajo el brazo.
Yo hoy sentía el dolor de aquella mujeres y después del dolor gritos de empuja, empuja baezana, empuja Joaquina.
Madre hoy mi voz y mí llanto son uno, aquí en estas galerías llego a la vida este que ahora te recuerda tu hijo Joselito soy el fruto de una Amapola Morena de una Baezana humilde, y quiero recordar cómo fue mi primer llanto hoy sentado en un banco, en este sueño renacentista, sigo llorando emocionado de alegría, la misma alegría que tu sentiste aquel septiembre de 1958 al dar a luz a este aprendiz de poeta que hoy te recuerda con un poemario en las manos (poeta de Jaén) aquí estoy con toda tu memoria que huelen a Úbeda y a mí casa de Baeza, aún sentimiento Andaluz.
Úbeda diciembre de 2022 centro cultural antiguo hospital de Santiago.
José Montoro.
No hay ninguna descripción de la foto disponible.
Todas las reacciones:

martes, 26 de diciembre de 2023

 

DIARIO DE UN CUIDADOR INEXPERTO  

Nosotros en navidades no veíamos nunca a mi madre, mi madre era la cocinera del patrón de mi padre y también preparaba la mesa del medico, era una cocinera magnifica, se la'' rifaban'' los terratenientes,un mes antes ya le decían Joaquina estas pascuas tu nos prepararas la cena de noche buena, le enseño mi abuela a cocinar mi padre no savia freír un huevo, los hombres nunca pisaban la cocina, estaba muy mal visto que un hombre cocinaran, en la taberna donde se juntaban los hombres después de la jornada del campo,hablaban y tachaban de cocinilla si algún hombre ayudaba a su mujer en la cocina,en las tareas de la casa la casa era para la mujer, la casa y la iglesia por que ellos mandaban a las mujeres a misa, y luego las llamaban beatas,cuando ellos en el bar no paraban de criticar.
En la taberna no entraban nunca las mujeres, si alguna mujer tenia que decirle algo a su marido mandaban a los niños que se acercaban al oído y le decía mama a dicho que vengas que te necesita, y la respuestas siempre eran en voz alta dile a tu madre que iré cuando termine la partida,sus palabras resonaban con un tono que el creía de virilidad.¡ de mucho machismo¡ aquel machismo era humillante,en las tabernas solo entraban las mujeres malas,que decía mi madre las putas que decía el abuelo,mi maestro decía que eran las mujeres de vida alegre y el cura muy formal las llamaba mujeres de moral distraída.
Mi madre cocinaba, y se llevaba las sobras de la comida de los señoritos, a ella le ayudaba mi tía la Lorica que así le apodaban, fue la primera mujer feminista luchadora que conocí, tenia un par de ovarios ella cogía los tacos de jamón y se los metía en la ropa interior, y los chorizos, a mi me decía Joselito yo no soy una ladrona,yo no puedo consentir que mi sangre pase hambre mientras, que los señoritos le echan la comida al perro,ella si entraba a la taberna con la frente muy alta cogía de la mano mi tío, y juntos volvían a casa,le decían de todo a sus espaldas se inventaban historias terribles la ofendían en su honra siempre,y mi tío era el calzonazos, que se dejaba llevar por ella, algún atrevido decía esa mujer lo que necesita es una buena vara, pero siempre a sus espaldas
Ella me decía yo se Joselito que me odian pero ninguno se atreve a decirme nada a la cara, ninguno me mira a los ojos,se lo contaba a mi abuela que era como ella revolucionarias con un par de ovarios.y juntas se reían eran invencibles.
Mi hermano y yo cuando llegaba mi madre destrozada de trabajar, nos tirábamos al cesto donde mi madre traía las sobras, de la cena de noche buena del señorito.
Eramos dos fierecillas, teníamos hambre , un día nos comimos unas gambas, y al final los dos dijimos donde se ponga el jamón, no se pone nada, las gambas para los señoritos y nos reíamos, mi abuela se acercaba a nosotros y le decíamos quieres abuela, y ella tambien reía y nos decía que bueno es no tener hambre, estáis hasta mas contentos cuando coméis.

 

DIARIO DE UN CUIDADOR INEXPERTO
 
 
Mi madre hoy estaba ''salaa'' después de los garabatos que escribió ayer dice que ya esta preparada para hacer recetas medicas dice que Don Eutimio escribía como ella escribe ahora,yo le dije esa es mi madre se a Doctorado en medicina el día de noche buena,en media hora sentada en una sillita.
Con menos se doctoran en este país muchos catedráticos algunos rectores, plagian la tesis, y no pasa nada no se les rasga las vestiduras de ser unos farsantes mentirosos, y lo peor tienen cargos de responsabilidad y no dimiten, sinvergüenzas les llama mi madre.
Mi madre me dice no Joselito ,- yo no puedo firmar recetas por que no tengo ''titulo'' por que aun que sepa firmar como una medica, yo no he estudiado tanto como don Eutimio,el tenia muchos libros,-le he dicho pero tu le quitaste el polvo y las telarañas a aquellos tomos de medicina, y algo sabrás de ello a de mas cuantos inútiles tienen titulo en este país, si el titulo se lo daban en Carrefur,y el currículum de mas de un titulo se lo han escrito sus padres, si son titulitis es una enfermedad nueva mama,,- si Joselito me ha dicho hay una enfermedad que se llama así, pues claro mama y no es una enfermedad rara es muy común y no tiene vacuna.
Tu eras la criada del medico y sabes mucho de la vida,de lo que los pacientes le contaba al medico y de lo que el recetaba, te acuerdas cuando nos curabas los constipados a mi hermano y a mi con miel y eucalipto,tu sabes muchas historias del corazón.
Hoy es noche buena y ni madre esta con un cuidador experto, el y yo cuando eramos niños esta noche pedíamos el aguilando de puerta en puerta, con mi zambomba hecha con la orza vieja y la vejiga del''marrano'' y la pandereta de mi abuelo,yo cantamos villancicos populares con voces de ángeles, íbamos a las casas de los pobres, por que los ricos pocos nos habrían la puerta,ángeles muertos de frió cantando el campanillero,nos abrían la puerta y nos daban ''gusanillos y mantecados recién sacados del horno de la calle el Carmen.
Hoy mama  es noche buena y se a puesto a llorar de emoción, aquí estamos mi hermano y yo como dos ángeles, los ángeles que temblaron de emoción y frió en las calles de Baeza cuando era tiempo de invierno.
Aquí estamos volviendo a cantar los campanilleros casi cincuenta años después, con espectadores de lujo mi madre y mi padre de casi noventa años con sus ojitos brillantes, feliz noche buena mama, querida mama.

sábado, 23 de diciembre de 2023

 DORI LA PERRA TRUFERA

Durante toda mi infancia me pase teniendo miedo a los perros, aquello era dramático para mi y para mi familia, y claro esta para todos los vecinos mi calle, yo vivía en un pueblo donde casi todos tenían perro, los perros no eran mascotas como ahora se suelen tener, por cierto que yo odio la palabra mascotas, como puede ser, una mascota un ser vivo, nunca lo “entenderé “ en mi calle mis vecinos tenían sus perros como ayuda, para cuidar sus rebaños tanto de ovejas, como las vacas.
Si también los vaqueros tenían sus perros que gobernaban la manada de terneros Periquín que era el vaquero de mi calle tenía una gran maestría para gobernar a su perro Serafín, que por cierto era la primera que en mi infancia que oía el nombre de una persona en un perro, mi abuelo no aceptaba la idea de ponerle el nombre de una persona a un perro, y criticaba siempre a Periquín , por llamarle a su “can” Serafín, yo no se si influido por la conducta de mi abuelo, pero a mí nunca me gusto el nombre de aquel perro, hoy sesenta años después no entiendo por qué la gente se empeña en poner nombres de personas a sus perros, para mi es inaceptable, que le vamos hacer estoy “ chapado “ a la antigua.
En mi calle casi todas las familias tenían perro, menos en mí casa en nuestro hogar teníamos gatos, fantásticos cazadores de ratones, y de algún gorrión que se despistaba en la higuera, los felinos me encantaban, nosotros no teníamos perro porque a mi me mordió, siendo niño el Alican que era el perro de Diego, que no era de raza pero que siempre estaba cuidando las ovejas, y que siempre ladraba sus ladridos me sirvieron años más tarde para unos versos que introduje en un poema, “ en Baeza hay muchos perros y todos ladran “.
El perro de Diego me mordió en el culo, no sé si el Alican hacia lo mismo con las ovejas, vamos que si les mordía el culo para que no se fueran del rebaño, aquel mordisco del Alican es historia cada vez que voy a Baeza me lo recuerdan los vecinos y nos echamos unas risas, mi chacha Blasa se ríe, luego me recuerda muy seria, que tuvieron que ponerme la antirrábica, yo creo que me dolió más la inyección que el mordisco del Alican.
En mi calle como os decía todos tenían perro, pero nadie tenia perra, un día pregunte porque no tenían perras, y mi madre me dijo,- Joselito porque si no seria todo una locura, se llenaría la calle de perros, - las perras se quedan preñadas Joselito me dijo mi madre un día , y claro ya entendí porque en los sacos donde metían los cachorros desaparecían, luego solo se quedaban los cachorros los machos, las hembras no les servían.
Ayer fui a ver una “caza” de trufas , a pasar un día en el campo, un día trufero, en estos días de navidad ando con muchos recuerdos en mi cabeza, estoy “ bajito” cargado de melancolía para soltar dolor nada mejor que salir, al campo y fuimos a un pueblo fronterizo entre Aragón y Valencia, llegamos al campo a tierras que hasta hace poco eran añejares que ahora están despoblados, y que los pocos habitantes que quedan han sabido buscarse la vida, hace cincuenta años un vecino, un paisano de aquellos pueblos que todavía vive y que con más de 70 años sigue trabajando la tierra el vio en su infancia, como en aquellas tierras frías en invierno , e infernales en verano, escondían un tesoro en sus entrañas, ese niño descubrió que bajo las encinas, gentes llegadas en coches desde Cataluña y hasta de Francia, con perros adiestrados sacaban algo parecido a una patata, y se las llevaban en morrales de piel para venderlas en restaurantes de Paris.
Era la trufa, un hongo que crecía cerca de las encinas, y que ahora Serafín que así se llama el niño que descubrió lo que seria su oficio, casi por casualidad, el seria trufero y ya hay una segunda generación su hija PILAR que trabaja con el, codo con codo están plantando encinas que dentro de siete años aproximadamente, albergaran en sus entrañas trufas, los dos padre e hija en un trabajo espartano, trabajan la tierra cuidan a los perros truferos y hasta un jabalí que han adiestrado.
Ayer conocí su perra Dori, una perra con las manos delanteras “ zambas” que ellos decidieron adiéstrala para recoger la trufa, Dori es una perra magnifica, ayer me acorde de las perras de Baeza, me acorde de los perros que salvan vidas en catástrofes como terremotos, los perros guías que ayudan a las personas ciegas, los mastines que cuidan los ganados, los perros que tanto nos agrandan la vida y que nos salvan de mucha soledad, viendo el collar de lana que Dori luce en su cuello y que le hizo PILAR su dueña y maestra trufera, recordé a todos mis ancestros que trabajaban la tierra, que destripaban terrones para cultivar trigo, me acordado de las gentes extraordinarias que viven en los pueblos de toda la Península Ibérica, gentes nobles hospitalarias, que no se quejan de su destino, y que aman a sus perros, que son de su familia, gracias a la vida por darme días como el de ayer, un jueves trufero.
Josi Montoro diciembre 2023.
Pina de Montalgrao.
Todas las reacciones:

miércoles, 20 de diciembre de 2023

 La mano de la novia.


Ahora que me traiciono
el sueño, esta madrugada
cuando todos duermen,
yo vago por mis recuerdos,
tratando de engañar
al insomnio.
Busco el nombre exacto
de aquel local infame,
donde nos conocimos.
la nieve, que nos unió,
aquel viaje,
que no se si, lo hicimos.

Ahora tu profundamente
dormida, me abrazas,
con tus pechos en mi espalda.
Yo busco las rosas
que nos hicieron novios,
una fría tarde de otoño.

Tu me abrazas, en este
lecho sin nombre,
cojo tu mano huérfana,
olvidada, herida de amor.
busco las dulces espigas
que crecen de tus dedos.

La luna creciente que riega
cada madrugada, la siembra
de nuestros años.
Junto a mis sueños,
y mis desvelos, están
las espigas,
el trigo, que nace,
en la mano de la novia.

PRESENTANDO LA NOVELA INEDITA DE BLASCO IBAÑEZ

CAERSE DEL CIELO

Recuperada por Roberto Cifre.

 Mi pasión por Blasco Ibáñez me lleva a visitar su casa museo, cada vez que el mar me llama, hoy con visita guiada el impar que soy, me regalo estar dentro de ese numero el seis que estos días es la cifra para las emociones, seis.

Esta tarde la pase navegando por el territorio del escritor mas grande y mas olvidado, escuchar la fantástica pasión por los autores de los guías de visitas guiadas, es uno de los regalos que recomiendo para estos días, Blasco Ibáñez es siempre un escritor para recordar y que lindo hacerlo frente al mar en su casa, donde conviven las historias mas intimas del autor de la Barraca, con la vuelta al mundo de un escritor y es que el mundo de Blasco merece muchas visitas, muchas emociones en un lugar de mi pais Valenciano donde vivió el «sultán» de la Malvarrosa un lugar junto al mar donde (los caballos galopan con la muerte en su montura)un lugar para dejarnos llevar entre la pasión por la literatura, y la brisa dulce de un mar, que es lo único que hoy necesitaba yo un mar de Malvarrosa que incluye la visita a la casa museo de Blasco Ibáñez hoy guiada por un Ángel que hizo de su pasión su trabajo.