Diario de un cuidador inexperto .Hoy estoy con mi madre,está en horas bajas,cuándo las fuerzas no están y los años aparecen la alegría de vivir de una resistente,se resiente.
Hoy como os conté ayer la estrategia eran las miradas,que siempre curan,las miradas de amor,son un balsamo para un enferma,para un corazón que quiere abandonar la lucha.
Hoy como os conté ayer la estrategia eran las miradas,que siempre curan,las miradas de amor,son un balsamo para un enferma,para un corazón que quiere abandonar la lucha.
Pero hoy no bastaban los ojos.Las palabras que hace tiempo descubrimos que curan,fueron vitales leer los primeros versos de un poema de Brines dedicado aún laurel que paco tiene en Elca,y ver como cambia la expresiónde la cara de mi madre.Ella se ríe y me dice yo también tuve un laurel pero nunca le hable,como le hablas tú,los poemas de flores de árboles son los poemas preferiados fe ella,su corral de macetas cuándo estaba en Baeza,era su debilidad los claveles y el jazmín eran su debilidad,su pasión la parra y la higuera qué yo le contaba que la plantaron los árabes,ella se ríe y una sonrisa en su estado.Es pura vida.
las palabras curan estoy seguro durante un rato le leí la pared un cuento de Vicente Blanco Ibáñez,y atenta me preguntaba,eso lo pone hay o te lo estas inventando Joselito.
Y nos reímos juntos,mamá le pregunto con picardia que te gustan más los cuentos o tus macetas,me mira en silencio y me dice las dos cosas.
las palabras y las miradas,las dos curan,y los besos hacen milagros,está tardé me lo demostraron,milagros terrenales,qué nos ayudan a resistir
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