Diario de un cuidador inexperto,Mi madre, hoy tenia un gran problema, tenia que arreglar papeles,y eso para ella siempre fue algo que no yebo muy bien nunca, desde que salimos del sur cada vez que llegaba una carta a su buzón, se le cambiaba la cara, léeme este papel joselito me decía,y sigue diciéndomelo.
Cuando estaba en el pueblo, los papeles eran muy pocos,solo tenia, el de la iguala, del medico, un dinero que pagaba cada mes por si se ponía enferma y tuviera que ir al medico,lo cobraba un señor muy bajito que ahora no recuerdo como se llamaba, venia a casa,y mi madre lo recibía muy amablemente, le sacaba una limonada y hablaban un ratito,mi madre sacaba de su taleguilla los billetes y las monedas,y le decía cuenta las pesetas, el señor lo cogía y lo metía en un bolsito con cremallera negro, no lo contaba , JOAQUINA decía esta bien, y lo guardaba, mi madre recogía el recibo y lo guardaba en el ''chinero'', el cobrador de la luz, también venia a casa,y siempre el mismo ritual,también venia el de los muertos ,el de Santa Lucia,luego mi madre tenia un papel de traza, donde estaba escrito lo que le debía a la tienda de la esquina,lo que le iba pagando,la Mercedes, que era la dueña, anotaba en el papel todo aquello que comprábamos y que ella nos fiaba, hasta que mi madre recogía dinero y podíamos pagarle siempre le desviamos algo,pero ella nunca nos hizo una mala cara, cuando yo llegaba me decía que quieres pichón, así me llamaba ella, era guapísima rellenita pero con una cara sonrosada y unas manos suaves,siempre sonriendo,el papel donde anotaba tenia muchas manchas, depende lo que estaba vendiendo Mercedes,si era carne una manchita de sangre, si era carterica, una mancha amarilla,era un papel gris claro, que cuando se pagaba, parecía un mantel multicolor,
Cuando estaba en el pueblo, los papeles eran muy pocos,solo tenia, el de la iguala, del medico, un dinero que pagaba cada mes por si se ponía enferma y tuviera que ir al medico,lo cobraba un señor muy bajito que ahora no recuerdo como se llamaba, venia a casa,y mi madre lo recibía muy amablemente, le sacaba una limonada y hablaban un ratito,mi madre sacaba de su taleguilla los billetes y las monedas,y le decía cuenta las pesetas, el señor lo cogía y lo metía en un bolsito con cremallera negro, no lo contaba , JOAQUINA decía esta bien, y lo guardaba, mi madre recogía el recibo y lo guardaba en el ''chinero'', el cobrador de la luz, también venia a casa,y siempre el mismo ritual,también venia el de los muertos ,el de Santa Lucia,luego mi madre tenia un papel de traza, donde estaba escrito lo que le debía a la tienda de la esquina,lo que le iba pagando,la Mercedes, que era la dueña, anotaba en el papel todo aquello que comprábamos y que ella nos fiaba, hasta que mi madre recogía dinero y podíamos pagarle siempre le desviamos algo,pero ella nunca nos hizo una mala cara, cuando yo llegaba me decía que quieres pichón, así me llamaba ella, era guapísima rellenita pero con una cara sonrosada y unas manos suaves,siempre sonriendo,el papel donde anotaba tenia muchas manchas, depende lo que estaba vendiendo Mercedes,si era carne una manchita de sangre, si era carterica, una mancha amarilla,era un papel gris claro, que cuando se pagaba, parecía un mantel multicolor,
En el pueblo los papeles nunca agobiaron a mi madre la confianza mutua que se tenían, era lo mas importante cuando un mes no podía pagar, le decían tranquila mujer ya me lo pagaras el mes que viene.
Hoy ella estaba desesperada con una carta certificada,yo lo entiendo, a mi me pasa lo mismo los papeles me superan,y una carta certificada me sube la tensión los malditos papeles, nos amargan la vida,los papeles de pobre que eso es lo que somos pobres con recibos domiciliados por que consentimos tanto,por que no viene el cobrador de la luz a mi casa a cobrar el recibo,cuanto hemos perdido de vida en los papeles.
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