sábado, 18 de abril de 2020


DIARIO DE UN DESEMPLEADO CONFINADO




           “NO SIRVES PARA NADA”  (2)


                 Estos días me paso más tiempo delante de esta pantallita de mí ordenador, y digo pantallita porque mide lo que una caja de zapatos, me paso más tiempo delante de este cristal que me comunica con el mundo, que en la cama bueno lo de la cama es otra historia porque el insomnio me atrapo hace un mes y no me lo quitó de encima, ya no sé qué tomarme he acabado la cosecha de tila, melisa, y valerianas y toda la química que lleva mi cuerpo de sesentón, no sé lo que aguantara mi cuerpo, cuáles serán los daños colaterales de este Corona virus que entro en nuestras vidas para avisarme que lo peor de mi vida  no ha llegado todavía, tampoco se como quedaran de dañados todos los órganos principales de este esqueleto hinchado que soy yo, estos días miro mucho los documentales de la 2 hace unos meses me servían de banda sonora para echar la siesta el murmullo de la selva me dejaba frito en el sofá ahora ni eso,  veo todos los documentales de animales con ojos de lechuza, más despierto que nunca, aprendo de las conductas de los animales que sabía es la naturaleza y los animales de la selva, yo a menudo me cambiaría por cualquier mamífero, me encantan los leones duermen que da gusto, de vez en cuando sacan una zarpa para quitarse de encima algún cachorro juguetón, pero no sabéis como los envidio, yo de mayor quiero ser un león para dormir como ellos lo hacen no le molestan ni las moscas que tienen una manada en cada ojo, duermen como un “rey”.
Ayer vi un reportaje de los chimpancés que maravilla con que poquito son felices, decía el narrador que los monos son los únicos animales que mueven las manos como los seres humanos, los únicos que mueven cada mano de forma alterna, y que ellos moviendo las manos y haciendo manualidades con sus brazos y sus manos conseguían tener un cerebro más grande, conseguían que sus neuronas estuvieran en continuo crecimiento.
 A mí me quedan pocas neuronas ya, este Coronavirus se va a llevar lo poquito de cabeza que me queda.
                Estos días como os contaba antes, me paso la vida delante del ordenador, asta en la cocina lo tengo, a veces la pantalla se come el vaho del sofrito de la paella,¿ tengo bien alimentado el portátil? Lo tengo en la cocina mientras hago un plato de “ mar y montaña “una receta que he descubierto en una revista del corazón que el otro día compre junto al periódico, que curioso te vende la prensa de la muerte y la del corazón en el mismo pack “dos por uno” corazón y muerte, estos días esta muriendo personajes ilustres de la prensa del corazón, aparecen en las páginas con unas fotos de boda o celebración, los fotógrafos de la prensa del corazón no distinguen entre “felicidad o muerte” todas las fotografías tienen un brilló de terciopelo por eso será lo de papel “couché “  o prensa rosa, estos días mueren políticos y algún que otro marques, el CORONAVIRUS-19  no distingue entre sangre azul y sangre obrera todos somos iguales ante la enfermedad.
 Es una locura todo el día con el portátil el martes clase de poesía en Polimnia, el miércoles clase de Teatro, el jueves clase de yoga y meditación, tengo todos los días de la semana ocupados, con eso de que son “gratis” los cursos me apunto a todos.
Estos días cuando veo la palabra gratis me acuerdo de mi madre, ella no se perdía nada que fuera gratis, en los últimos años no se perdía ninguna reunión donde regalaban sartenes  chorizo de todo, ahora que he recogido las cosas de madre he visto la cantidad de cosas inútiles que tenía mi madre inservibles, relojes que no funcionan sartenes que las pones que en el fuego y se doblan, radios que solo hacen ruidos, paraguas que no se abren bolígrafos que no escriben, dé toda ole regalaban en esas reuniones, que mi madre asistía en hoteles donde a veces hasta le daban de merendar, todo gratis,  mi madre me decía hay que tener mucha paciencia porque luego los comerciales le ponían la cabeza como un bombo, pero ella me decía Joselito yo todo lo que era gratis lo cojo, comprar nada ni un duro  pero si me lo dan gratis no voy a decir que no.
 Estos días he visto de todo en internet gratis, hasta “sexo gratis “que locura todo gratis a sí que como me quedaba el domingo por la tarde libre he decidido aprender a tocar el “órgano “musical no penséis mal, he desempolvado un teclado  que le regale a mis hijos un año que me dio por que ellos aprendieran música, ya sabéis los padres lo que no hemos hecho nunca nosotros queremos que lo hagan los hijos, así que le he quitado el camión de polvo que tenía y he dejado el teclado reluciente, me he bajado una partitura también gratis, “el himno de la alegría” que dicen que es lo más fácil de aprender, y aquí estoy practicando moviendo los dedos y las manos esperando que nazca alguna neurona gratis en mi cerebro porque lo que suena no es música es un ruido más doloroso que el que tengo en mis clases on- lay, una mezcla entre pitidos y ruidos.
 Aquí estoy tratando de servir para algo, el domingo por la tarde tengo clase de piano, si aguanto porque ya he tenido ganas de estamparlo,¿ el órgano? y además con estos dedos de albañil no sé cuánto aguantara este cacharro que un día le regale a mis hijos, de momento estoy aporreando teclas con los auriculares puestos por que el ruido que sale de este trasto es una tortura, ya os contare como me va la clase gratis de piano, otra aventura mas en la selva de las redes, eso sí gratis.

VALENCIA 18 de abril 2020  quinta semana de aislamiento.

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