miércoles, 8 de abril de 2020


DIARIO DE UN CONFINADO


JOSE LUIS SAN PEDRO Y QUINTIN CABRERA (ABRIL PARA CANTAR.ABRIL PARA SOÑAR)

Hoy 8 de abril hace siete años que se nos fue el maestro José Luis San Pedro, él nos acompañó durante muchos años y lo sigue haciendo hace apenas un mes se publicó su poesía inédita, recopilada por su compañera Olga Lucas, poemario que no se pudo presentar por este Corona-Virus y que será nuestro primer poemario por donde caminar después de esta pesadilla.
Esta mañana pletórica de primavera en el ala oeste de mi confinamiento de 80 metros, repaso fotos del maestro San Pedro que compartíamos cuando yo era más joven, y el un sabio que nos agrandaba la vida.
                Durante muchos años tuvimos la suerte de tenerlo con nosotros en Valencia en la feria del libro en nuestro programa de radio, y especialmente en la librería Primado que entonces gobernaba el patrón de barco que es Miguel Morata decía José Luis que la librería Primado eran un galeón, una barcaza de pescas con el cielo en la parte superior con una bodega cargada de sueños, cargada  de libros, que importante es que una librería la gobierne un buen patrón marinero, alguien que conozca lo que tiene en sus bodegas que importante que un librero sea un buen lector, esto no pasa siempre os lo puedo asegurar, este patrón Miguel Morata desde su pequeño puesto de mando gobernaba un mundo de sueños yo pase muchas tardes en su galeón oí  crujir las maderas de esas escaleras que  subían a la popa de un velero fantástico, por ese lugar pasaron los más sabios José Luis San Pedro, Zurita, Eduardo Alonso, Alfons Cervera, Fernando Delgado etc, también tocaron sus guitarras Luis Pastor, Joaquín Carbonell, Lucho Roa y el gran Quintín Cabrera.
               Hoy es abril en mi casa y también en mi  ventana es un día radiante donde los naranjos urbanos mueven sus melenas dejando caer sus canas, sus pétalos que pintan de blanco la acera de mi calle son cabellos de plata que derraman los naranjos de fruto salvaje que habitan debajo de mi balcón, ahora contemplo las fotografías y miro abril en los ojos de un juglar que nació en Montevideo y que cantaba catalán, un rimero de los versos que nos enseñó los rincones más hermosos de su corazón, miro también los ojos del sabio San Pedro con sus lentes de paz en su cara, el sabio que se fue un día de abril, el sabio de pensamiento libre, que quiso a los seres pequeños como yo de una manera muy tierna muy humana el sabio que escribía poemas en un vagón de tercera, bajando desde la meseta al mar, el sabio que miro el Sur y que creció entre cánticos del Muecín desde el Minarete de la alegría.
                Cuando salgamos de esta pesadilla tendremos que celebrar este mes de abril el verdadero mes de abril, no el abril de los cantores mentirosos que mienten hasta cuando están cantando, cantaremos con cantes” corajudos” que nos regalan los cantautores del Renacimiento.
Los cantores que se alzan contra la injusticia, los que como a Víctor Jara les tuvieron que cortar la lengua y las manos para acallarlos, y cantaremos si hace falta a señas como los mudos y volveremos a caminar en las alamedas con sabios y cantores.
                 Será abril siempre, recordaremos a los maestros que se fueron, y sin embargo nunca nos abandona, y volveremos al galeón de los libros para cantar gracias a la vida.
                Presentáremos los versos del sabio de José Luis San Pedro y volveremos a las librerías a recitar y a cantar, y volveremos a ver al patrón del galeote de los libros que seguro le abran crecido las canas de repente estos días de confinamiento.

                Valencia 8 de abril 2020  (veinticinco días de confinados)

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