DIARIO DE UM POETA ‘’ REFORMAO``
Esta noche soñé que vivía en Lisboa, la culpa la tiene un libro
que acabo de terminar de leer, alguien dirá que culpa tienen los libros, yo la
palabra culpa la aprendí en el seminario donde crecí, en aquel infernal de
internado siempre alguien tenía la culpa de algo a pesar de que no parábamos de
confesarnos día si día no, después del desayuno pasábamos por el confesionario,
de la pequeña capilla que estaba en un túnel, antes de llegar a las aulas,
aquel lugar siniestro con fuerte olor a incienso y una luz tenue que caía de
una vela apurada, aquella macilenta llama alejada del confesionario, daba al
lugar un sentido de culpa, quizás por el miedo que teníamos a la penitencia que
para mí siempre era ´´eterna``
Hoy me pareció mi ciudad una ciudad extraña, yo bajaba por
la AV, DUQUE DE LOULE en dirección al rio, me pareció que la neblina de esta
mañana era distinta que los tranvías amarillos, que transitaban junto al rio
con un traqueteo de tablas, eran distintos a los tranvías que a diario me
cruzo, quizás el sueño matinal o el no estar lo suficientemente despierto, esta noche en sueños camine por
las calles de Lisboa tuvo la culpa un paisano mío ANTONIO MUÑOZ MOLINA, y su
ultimo libro que acabo de terminar, TUS
PASOS EN MI ESCALERA que ese es el titulo de esta novela mitad ficción mitad
verdad, como todo en la vida, hacía tiempo que no disfrutaba de este escritor
dos años mayor que yo, que estudio en Ubeda, el en los salesianos y yo en los
jesuitas, el en libertad yo en el INTERNADO del miedo.
No me gusto la literatura de los últimos años de ANTONIO, su
estancia en la ciudad de NUEVA YORK lo distancio mucho de mí, y creo que nos
paso lo mismo a much@s yo que habite sus mismas calles, sus mismos pasos,
disfrute como nadie su JINETE POLACO. Esta última novela suya me hizo
reencontrarme con el escritor con la persona, y con LISBOA.
Yo esta mañana de mayo marchaba hacia el rio, pero no iba
por Lisboa caminaba por la calle ALBORAYA en ayunas buscando el ambulatorio
para hacerme una analítica, que controle mi nueva situación de precario.
Caminaba en ayunas, como me dijo la medica alguna vez le
hice trampas a la doctora, o mejor a mi cuerpo y aunque me exigían ir en ayunas
yo llevaba un café con leche en mis venas, siempre pensé que para que ir en
ayunas, bastante hambre pase en mi infancia, me decía yo para mis a dentros,
seguro que tú también le has hecho trampas una vez a tu cuerpo.
Cuando llegué al ambulatorio vi que estaba en VALENCIA cerca
del rio Turia que ahora es un vergel, un paradisiaco jardín, no es el tajo y
aquella torre, no es BELEN es el MIGUELETE.
Hoy también llevaba papeles en la mano mi nombre y muchas
palabras químicas que no entiendo hoy los papeles no pesan no pesa mi nombre.
Una enfermera me extrajo sangre con una dulzura de ‘’pastelera’’ y la introdujo
en botes minimalistas con tapones de colores, ahora que me aprieto el algodón
que tapona el pequeño agujero que hizo en mis venas ,me pregunto a donde ira la
sangre, se recicla el rojo de mis venas o tal vez solo sirve la sangre de los
jóvenes yo estoy ,,aposentado,, la sangre de los jubilados solo sirve para dar
malas noticia, no se recicla, lo sé por qué lo pregunte a las enfermeras y se rieron a
coro, con esa risa bajo el brazo camino ahora por el rio, no es Lisboa otro día
iremos a las orillas del TAJO.
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