El huerto de Plauto

Septiembre

Hoy volvíamos a la tierra después de unos días muy poéticos en Toledo, hay que preparar el huerto de invierno, llegamos con el dolor de la tierra, un terrible terremoto en nuestro país vecino Marruecos, con más de 2000 personas muertas en el momento que escribo estas líneas, nos estremece la tierra, el planeta impone su ley y no estamos tratando bien al planeta, yo cada vez que aireo la tierra, cada vez que la azada acaricia los caballones de mi pequeño huerto pienso en el planeta, desde lo pequeño, desde los gestos más humildes nosotros podemos ayudar a tener un mundo mejor, hoy en la Soledad del hortelano, me siento muy cerca de todos los que sufren, estos días he visto en las tierras de la Mancha a mucha gente que se ha quedado sin nada sin cosechas, sin casas la tragedia siempre está acechando, hace poco mi pequeño huerto sufrió también los enfurecidos zarpazos de la Dana.

Pero la tierra es muy agradecida con un poco de trabajo el campo resucita, los pimientos, las berenjenas, las plantas ahora me miran me hablan, sé que muchos de vosotros habláis con los árboles, mi padre lo hacía con los olivos, mi madre con las macetas, yo les habló y les canto aquella canción tradicional " por la mañana Rocío, al mediodía calor, por la tarde los mosquitos, yo quiero ser labrador" la letra la cambio, si hay algo que me hace feliz es cantar en el campo, mientras labró la tierra canto.

Hoy tocó ordeñar el olivo del camino, el acebuche que éste año está fantástico este olivo no tiene dueño nació al borde del camino y este año su fruto es espléndido, lo ordeño como si sacará la leche de una oveja, en mi casa teníamos ovejas, las teníamos por la leche y la lana, ellas acompañaron mi infancia y mi padre me enseñó a sacar la leche de las ubres de aquéllas ovejas tan nobles, ahora mientras ordeño el joven olivo del camino, mientras machaco las aceitunas y las aliño pienso en mi padre qué seguro que me estará viendo en algún lugar del universo, seguro que estará sonriendo-, no soy ni buen hortelano, ni buen aliñador de aceitunas, lo de ordeñar el olivo eso sí no se me da mal, soy un aprendiz de hortelano que en huerto de Plauto canto, aireo la tierra , y sobre todo soy feliz.

José Montoro

El Perigall septiembre 2023.

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