Los espantapájaros del huerto de Plauto.

Terminado de plantar el huerto de verano, con los pequeños alevines emergiendo de la tierra, casi como un milagro, cada primavera se repite el ritual ver como el variado plantel emerge lentamente, ya se ven las flores soberbias del calabacín, y las berenjenas pavoneándose delante de los pimientos de Padrón, las tomateras valencianas agarrándose al empalizado, haciendo fuerte su estructura, las judías verdes mirando desde lo alto, la planta de la sandía con sus hojas rizadas una explosión de emociones en el huerto de Plauto.

Y al acechó en las ramas del olivo del camino, las torcaces afilan sus picos sus ojos miran la cosecha, las urracas más poderosas nos observan, ahora comienza un "juego" es la hora de los espantapájaros, de niño los fabricaba con mi padre, era un ritual muy hermoso le pedíamos a los vecinos que nos dieran lo viejo lo tenebroso lo que no querían, lo cargamos en el Cerón de la albalda,y lo llevábamos al huerto, hacíamos un montón junto a la choza del melonar y empezábamos a preparar los espantapájaros,(ahora todo lo recuerdo en blanco y negro como era aquel tiempo se silencio que nos tocó vivir en nuestra infancia).

Con sombreros viejos y trajes de "difuntos" íbamos levantando seres con brazos en cruz, era el momento de con espantapájaros fabricar miedo para ahuyentar a las alguna abubilla que era para mí uno de los pájaros más misterioso.

Hoy miré los espantapájaros del huerto de Plauto y recordé aquellos años de mi infancia hoy es más fácil fabricar un espantapájaros tenemos muchas cosas para construirlos, incluso hay empresas que los hacen que se dedican fabricar espantapájaros algunos muy sofisticados.

Ahora cruzo mi mirada con las palomas y sé que ellas como hace mucho años vencerán por qué cuando uno tiene hambre pierde el miedo, eso me lo contaba mi abuela, ella si necesitaba comida para sus hijos la buscaba y el miedo estaba en segundo plano, estos animales estas aves qué yo adoro volverán a comer del huerto de Plauto yo no tengo espantapájaros pero me gusta que mis vecinos mantenga el ritual de ponerlos, me lleva a mi infancia y me encanta el juego entre el hombre y la paloma un misterio que nos hace humanos.

José Montoro el Perigall Mayo 2023.

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