AGUA Y SANGRE
Hoy la Aurora sangraba
mi madre afiliada
al silencio, decidió
decir dos palabras.
Hay sangre en la pila.
Enmudecí al oírla
ella tenía los ojos
rojos.
Desde que ella, decidió
no hablar sus palabras
se deslizan del corazón
a los ojos.
Enfundada en su dolor
Cosió sus labios.
Ese día
dejo dos palabras
en el mantel.
Del grifo sale sangre.
Entonces no lo entendí
ahora después de un tiempo
de ausencia,
de silencio.
Del oxido de su vida
mano sangre.
de sus ojos brotaba
dolor y sangre.
Hoy por mis mejillas
se desliza memoria.
Corren lagrimas oxidadas.
Agua y sangre,
en un corazón huérfano
el mío.
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