lunes, 27 de noviembre de 2023

 EL LECTOR POR HORAS

JOSE SANCHIS SINISTERRA

Contaba José Sanchis Sinisterra que él hace un teatro cuyas propuestas son hacerle preguntas al espectador más que dar respuestas, durante estos últimos años a mí me sucede lo mismo en mi vida, me paso mucho tiempo de mi vida preguntándome cosas, situaciones, emociones, momentos de duda preguntas, que para la mayoría de ellas no encuentro respuestas, es verdad que estamos viviendo tiempos complejos, tiempos como dice el autor de “falsas certidumbres” de recetas para todo, de afirmaciones perentorias de pensamiento único “.
Estos días se ha puesto en escena en Valencia esta magnífica obra, he vuelto a ver este magnífico trabajo, el Lector por horas y he releído los textos de la obra, ese magnifico libro dirigido a docentes y alumnos, donde también se incluye su otro trabajo excepcional de Sinisterra, ¡AY, CARMELA ¡.
El lector por horas creo se estrenó en 1999, no sé si soy riguroso con la fecha, se estrenó en el siglo pasado, como pasa el tiempo, yo no recordaba cuando la vi por primera vez, con los años uno va perdiendo la memoria, ahora ni siquiera recuerdo en que teatro la descubrí por primera vez, y ese detalle es una delas cosas que nunca olvido, el lugar donde veo los trabajos teatrales que me impactan, que me gustan, no se me olvidaban, nen fin como os decía con el tiempo la memoria nos va fallando, se olvidando donde están las gafas, las llaves de casa etc., goteras que nos regalan los años. Ahora me pasa cuando voy de noche a cualquier lugar, luego no sé lo que he visto, se ve que la oscuridad, las sombras me “confunde” y que con los años resulta más difícil instalar en las neuronas los paisajes teatrales
Hace ya más de cinco años yo era un lector por horas, distinto al que planteaba Sinisterra en su obra, de todas maneras, yo creo que existen en este planeta muchos lectores y lectoras afortunadamente, no sé si lo hacen por dinero, si cobran un sueldo, pero sí sé que hay voluntarios para leer a personas mayores que viven solas, conozco alguna persona que lo hace, yo he sido lector por horas lo fui desde mi infancia, pero con más intensidad los últimos años de la vida de mi madre,
Mi madre no sabía leer era una mujer cultísima pero no sabía leer, ella no fue a la escuela en la postguerra les sucedió lo mismo a muchas mujeres, de su generación, su vida solo fue trabajo esclava de la pobreza del hambre, carne de YUGO que decía el poeta, ni al final de los años cuando ya existían las escuelas para adultos ella no pudo ir a la escuela, yo le preguntaba en aquellos años,- mama porque no vas a la escuela y ella me decía,- Joselito porque no me gustaba. Al final de sus años una tarde me llamo y me confeso que no fue a la escuela de adultos porque a mi padre no le gustaba que ella fuera a la escuela, es una de las preguntas que aun hoy me hago a menudo, porque mi padre ¿no le gustaba que mi madre fuera a la escuela?
Como os decía yo toda mi vida fui el lector de mi madre, en alguno de mis poemarios hay poemas dedicados a esos momentos mágicos de leer un poema a mi madre.
Es cierto que Josi Sanchis Sinisterra en sus lectura incluyo a autores que mi madre no hubiera entendido jamás, ni Lawrence Durrell, ni Joseph Conrad, tal vez algunos fragmentos de Gustave Flaubert, y su Madame Bovary podría entender mi madre pero como decirle a ella a mi madre que Bovary se suicidó al final de la novela, y eso si mi madre siempre me preguntaba cómo era la vida de los personajes que yo le leía, yo jamás le diría a mi madre como acabo Madame Bovary.
Yo a ella le leía pasajes del QUIJOTE, sobre todo cuando entraba en escena Sancho Panza, ella era admiradora, fans que se dice ahora del bueno de Sancho Panza, le leía cuentos cortos, ella se quedaba casi siempre dormida cuando yo le leía, pero cuando yo mirándola dormida me quedaba en silencio, ella me decía con los ojos cerrados sigue Joselito léeme más yo decía, casi le reprochaba, si estas dormida mama, ella respondía, - no estoy dormida solo tengo los ojos cerrado, y además me gusta oír tu voz, sigue hasta el final Joselito.
Contaba Sinisterra que él tenía una deuda enorme a la literatura, y que, con el LECTOR POR HORAS, Sinisterra cuenta que él ha pagado una parte de esa deuda que tiene con la literatura, escribiendo estos maravillosos textos.
Yo también tengo una gran deuda con la literatura los libros agrandan siempre mi vida, pero tengo una doble deuda la de mi madre, ella que no sabía leer escucho de mi boca los textos que agrandaban su vida.
En un momento de la obra se preguntaban cuántos libros habían leído, los protagonistas y se dijeron varias cifras, la madre de la protagonista no llego a leer más de nueve libros, así ridiculizaba uno de los protagonistas a aquella mujer.
Mi madre no leyó nunca un libro, ni una revista, ni las recetas de cocina de las revistas que le encantaba que yo se las leyera los domingos cuando ella hacia la comida familiar.
Cuando estos días yo veía el lector por horas, recordaba a mi madre, cuando le leía el quijote ella me decía cuéntame cosas de Sancho Panza, y de esa mujer como se llama Joselito, - Dulcinea, o Teresa Panza, eso Joselito cuéntame quien era Dulcinea y Teresa Panza,
Decía Sinisterra que el enigma que envuelve nuestras vidas, es como la poesía que el lector tiene que completar el poema con su imaginación-
Yo ahora recuerdo a mi madre que era pura poesía, de la mano de José Sanchis Sinisterra, de los actores del teatro, he vuelto aquel lector que fui yo, y he pensado que cuando no pueda leer los libros que me traigan a casa un lector, ¿si me quieren ver vivo? Que alguien me lea, porque sin la literatura yo me muero.
Gracias a José Sanchis Sinisterra por dejarnos completar con nuestras emociones, su extraordinario trabajo cargado de poesía.
José Montoro.
Noviembre 2023.
Todas las rea

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