viernes, 6 de octubre de 2023

 LA SOLEDAD DEL HUERTO DE PLAUTO

Llegado el otoño con octubre abriendo sus ventanas el huerto de Plauto, se renueva huele a tierra aireada removida por el acero implacable, antiguamente era la yunta y el arado, hoy la ‘muleta’ mecánica abre las entrañas de la tierra mueve los cadáveres de las ultimas tomateras, y las tripas de algún melón que no maduro yacen esparcidas.
Huele a tierra recién nacida, tierra limpia que espera semillas nuevas dispuestas a dar fruto, la esperanza crece en cada pequeño cubículo donde deposito un diminuto ser, las alcachoferas que durmieron en verano, como cada año esperan su turno de riego, busco entre sus troncos rugosos los caracoles que se camuflan, para no ser expulsados del paraíso, se internan en galerías verdes y creo que mi ‘guerra’ con los caracoles va a ser larga. Llego el otoño y llegaron las alcachofas preparadas para florecer, el fruto de estas misteriosas plantas son su flor la alcachofa.
Por las hojas de acero resbalan los rayos del veranillo de San Miguel, deslumbrando los ojos de la Morera, que en invierno quedara desnuda, la luz de esta mañana esplendida de otoño ciega los ojos del hortelano que labra con una humilde copla en su boca, los ruiseñores sobre vuelan gritones sobre la huerta y la banda sonora de este día, se completa con los cantos de un gallo despistado que equivocado, como la paloma de Rafael Alberti, arma su canto roto.
No queda nadie en la huerta, la soledad ‘sonora’ reina en la tierra recién abierta
La vida se cuela por el chamizo que nos ampara, de las grietas del cielo se desliza una luz que corona este silencio, las hojillas verdes de las espinacas emergen de la tierra con todo el misterio de un recién nacido.
La tierra a estas horas del mañana tiene un color imposible, huele a ‘milagro’ el Sol aprieta con fuerza este Octubre, el campo anda confundido la estaciones se perdieron con el progreso inútil, el gallo sigue cantando a pesar de ser mediodía tal vez me este diciendo que esta soledad del huerto es de él, yo me marcho como el futuro lento, me alejo de este presente de soledad, de este sitio seguro que huele a tierra y esperanza, me voy cantando aquella canción que ahuyenta mis miedos.
Las cigarras arrecian su trino demoledor en este otoño raro, la soledad de la tierra son mis raíces esta mañana azul de Octubre.
Aquí en esta tierra dejo todo mi amor, toda mi esperanza volcada con mis amigos buenos.
Esta plegaria es un canto, para alguien que como yo ama la madre tierra, hoy mas cerca de ella que nunca, la llevo en mi memoria, su luz se filtra por mí piel en la soledad del huerto de Plauto.
Todas las r

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