ABRIL EN “TABARKA “ (en tiempos de pandemia)
Seguro que os suena ese nombre, seguro que más de uno conocéis ese fantástico
lugar muy abandonado por cierto por el gobierno valenciano en el entorno cuando
camias por su territorio se siente esa desidia de las administraciones que
cuidan poco su patrimonio cultural, su historia quizás es que eso de pocos
votos seis con se mueve nuestra clase política a golpe de encuesta y en
permanente proceso electoral es penoso que estén tan lejos de la realidad, ayer
caminando por Tabarca sentí como me pasa otras veces en otros lugares de
nuestra península Ibérica desde que estamos en pandemia con el País Valenciano
perimetrado, decidí caminar por las calles de mi país valenciano leyendo
las “ páginas de las ciudades con los pies”, recorriendo mi tierra paso a paso, como decía mi buen
amigo Quintín Cabrera, fui al lugar que en su día eligió San Pablo para su descanso.
Yo sin
saber porque con menos firmeza seguro que San PABLO, decidí dejarme llevar
donde mis intuiciones decidan y hoy decidieron embarcarme en una isla cercana, y
coincido con San Pablo en su decisión de ir a TABARCA, este es un lugar para la
meditación y el descanso, para alimentar la soledad con belleza y serenidad, a
pesar del vendaval de viento que hoy recorre las tres calles de esta Isla, este
es un lugar de paz.
Llegue a tierra Tabarquinas destrozado, como si un elefante hubiera estado
un rato jugando con mi cuerpo, los ocho kilómetros que me separaban de la isla desde otro lugar santo (SANTA POLA) con un temporal para mí angustioso, el trayecto se me hizo
interminables, en este viejo barquito de vela que penetraba en las aguas como
un niño entra en “la boca de una ballena” el barquito temblaba, su esqueleto,
crujía como me crujen a mi los huesos, después de mas de sesenta años de uso, al
capitán del velero le pregunte esto es temporal y respondió; - que va apenas
son unas “olas rizadas” decía el maestro de abordo con una sonrisa, a mí me pareció
una tempestad una galerna, he de decir que mi relación con el mar solo es solo bucólica,
muy poco física, confieso que él mar y
yo no nos llevamos bien por otros incidentes
mas lejanos que tuvimos hace
tiempo y que otro día contare, la mar como dicen los marineros no es mi
elemento, yo soy un “ pez de tierra dentro”.
Llegue a
Tabarca con poco equipaje, casi como un
turista con apenas información de lo que es este lugar del mediterráneo, tan
cercano a mí geográficamente, y sin
embargo tan desconocido para mí, después de pedir información en los lugares de
turismo de la zona apenas me informaron, poca información hay de la isla en turismo,
me hablaron de los menús típicos de la zona y de los restaurantes de la isla, en qué lugar podía dormir, en el único por
cierto que estaba abierto, con tan falta de información tire de la Wikipedia, que es lo más socorrido y en este
caso casi lo más riguroso, y con la poca información que tenía ya era como de
la familia en este pueblo de tres calles y 60 habitantes la única isla “ Española
libre de COVID” eso me dijo un paisano de la zona con una sonrisa en sus labios,
visto el abandonó que me encontré en la isla, pregunte al camarero que me puse
el menú de la casa por cierto una fideuá muy rica que recomiendo, le pregunte
cual era la razón y me dijo que estaban olvidados, y ahora con la pandemia más,
( el camarero que es de la VILAJOYOSA venia cada día desde Alicante en una
lancha neumática, cada día), es esperpéntico 22 kilómetros de ida y
otros tantos de vuelta para ir a trabajar a Tabarca, surrealista en pleno siglo
veintiuno, un empleado del restaurante me dijo que en verano las casas en la
isla está prohibido sus precio son abusivos, son precios astronómicos más que
en Ibiza me decía otro riendo, me acorde
de la España Vaciada y de lo que sé ha
convertido este país en un parque de atracciones mal cuidado, este lugar del mediterráneo
recibe 150.000 turistas en verano, 230.000 al año una de las muchas
aberraciones que conocemos en este país, una sobre explotación barbará del
turismo. Para colmo sin cuidar ¿la gallina de los huevos de oro que nadie le da
de comer, solo cogen sus huevos? Insólito, no quiero entrar en detalles de todo
lo mejorable en la isla por que necesitaría un “ VADEMECUN “ medico, a si que he decidido hacerle caso a mí terapeuta que
me ha recetado, no enfadarme con nadie para remedio de mis males del alma, no
enfadarme con nadie y con nada, y pensando en ella he salido a disfrutar del
paisaje que a pesar de la desidia de los administradores, es fantástico de una
belleza inigualable, me he tumbado en la hierba frente al faro que avisaba a
los marineros, al sol de Abril, y aquí estoy releyendo a Rafael ALBERTI , “ Marinero
en tierra” que lo tengo de deberes en mi clase de Polimnia, sabía mi profesora
que decidió que yo releyera este poemario en estas fechas de abril, y aquí
estoy tumbado, bajo este sol primaveral, casi como un “ turista” un forastero
de mi país. Si alguna vez queréis ir a un lugar cercano, especialmente en
primavera tenerlo presente se llama Tabarca, y es un paraíso de mi país Valenciano.
JOSE MONTORO TABARCA
ABRIL 2021.
No hay comentarios:
Publicar un comentario