Diario de un poeta en obras
PLATO DE DUCHA
“Zapatero a tus zapatos”
Cuando
uno ve que la vida va enserio y que las “goteras” de nuestro cuerpo se empiezan
a convertir en charcos, la ansiedad se nos instala en los huesos y nos entran
unos escalofríos en el alma.
Cuando los hij@s empiezan a organizar tu vida
de anciano o de mayor, es cuando empiezas a saber que ya escalaste la montaña y
que ahora desciendes por las laderas de
la vida, y lo fácil que debería ser desescalar se convierte en una odisea
personal bastante compleja, ahora lo estamos viviendo con la desescalada del
covid-19, sospecho que mi desescalada de la vida no va ha ser fácil.
Hoy me puse manos a la obra después de una
noche de pesadillas en el que la protagonista era una silla de ruedas y el
actor principal este que escribe, esta mañana calurosa de verano me corre la
prisa por las venas, y después de esperar
una semana para que viniera un albañil que no llego porque estamos en
verano y en estas fechas este país se para con COVID y sin COVID el verano no perdona
las vacaciones es lo único que nos va a quedar y no se perdonan “ maldita la
gracia toda la primavera encerrado” y ahora con este calor tenemos que trabajar”
yo siempre compartir esa filosofía las vacaciones son sagradas, y eso nunca lo
vieron las empresas que durante mi vida laboral me tocó sufrir, todas querían que
trabajara las vacaciones siempre era
imprescindible trabajar, nunca les venía
bien a las empresas que el trabajador descansara cuando las cogías en invierno mal,
y si era en verano imposible, la empresa no podía parar, la empresa era lo
primero la familia el agotamiento personal eso era lo de menos, la maquinaria no podía parar
turnos de día y turnos de noche, que estúpido capitalismo donde una chimenea con
humo es más importante que la salud de un pueblo.
Esta
mañana decidí desenterrar mis viejas herramientas de “chico para todo”
herramientas medio oxidada sin usar desde que hace un año me despidieron porque
ya no era rentable, productivo lo llamaban ellos “la fatiga del material le
llaman algunos empresarios cuando cumples los 60 después de más de 45 años de
carne de yugo ya no rindes igual “hoy decidí empezar por el plato de ducha por
quitar la vieja bañera que apenas utilice porque no tenía tiempo ni para
bañarme y además mi conciencia ecologista no me permitía tirar el agua en un
baño de obrero, con una ducha rápida bastaba.
Hoy ya me cuesta entrar en la
bañera, pronto no podre subir ni tan siquiera un escalón menos aun escalar a la
primera planta donde está la habitación que me acoge cada noche, pero eso será otro
día hoy empezó con la “ maceta” a derribar la estructura que sujeta el
artefacto metálico que solo disfrutaron mis hijos y que yo disfrutaba de verlos con sus patitos
dentro de la bañera chapotear con sus
pequeñas manos el agua la espuma del jabón volando por sus cabezas, era un espectáculo
de una ternura inolvidable.
Mientras golpeaba aquellos
escombros los recuerdos me abrumaban la infancia de mis hijos no tuvo nada que ver
con la mía y la mía fue muy feliz bañarme
en el barreño en mitad del corral con agua fría del pozo, es uno de los
momentos que jamás olvidare se quedaron en mi corazón para siempre en la
memoria de la melancolía que decía la gran escritora MARIA TERESA LEON, ahora después
de todo un día quitando una bañera me di cuenta de lo mayor que me estoy
haciendo tengo agujetas hasta en las neuronas, mañana será otro día para
desescombrar vale cualquiera, para construir se necesita un albañil y ahora
mirando la televisión y viendo a un político que se ha dejado barba para aparentar
más sabiduría oyendo sus palabras, pienso en este país levantado sobre una
escombrera del Franquismo pobre país y pobre pueblo.
En fin esta noche espero soñar
con el plato de ducha que me instalara un profesional cuando pase el verano,
buen verano a tod@s.
Peñiscola 22 de julio 2020.
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