Diario de un poeta jubilado.
RESONANCIA CELEBRAL
Esta tarde tenia cita con la´´ fe `` o mejor dicho en el
HOSPITAL LA FE, para un hipocondriaco como yo ir a un hospital es ir al
infierno de las ´´neuras`` caminar por territorio hostil los hipocodriac@s
somos una raza muy difícil, tenemos una facilidad para viralizar todo lo
enfermo.
Fui en autobús pensando que sin conducir, iría mas tranquilo
y tal vez mi preocupación bajaran de nivel, Craso error, porque si hay algo que
tenemos esa raza tan extraña es que
tenemos un oído excelente, y adecuamos el sonido siempre alas variopintas
enfermedades que tienen todos los seres que nos rodean e de confesaros que a
veces he tenido hasta enfermedades de animales, por lo que no puedo hablar ni
los que llevan su ser querido al veterinario.
Pero no era de eso de lo que os quería hablar, era de la s
pruebas medicas que me iban hacer esta tarde, y era un TAG Y UNA RESONANCIA CEREBRAL,
si ya me da miedo pronunciar estas palabras, que te realicen la prueba ya es un
castigo, lo primero que te dice la enfermera es que firmes unos papeles, ´´que
yo siempre pienso que es como firmar tu último deseo`` después caminando
lentamente, y yo lentamente no se andar, y menos viendo en las paredes símbolos radiactivos, aquellos que pintábamos en las pancartas
cuando nos manifestamos gritando nucleares NO.
La enfermera me llevo
hacia un pequeño cuarto donde me dijo deje sus pertenencias las gafas y todo lo
que lleve, hasta un poemario de FEDERICO GARCIA LORCA, en una caja todo revuelto junto a mi miedo,
la medica me preguntaba si tenia tornillos en alguna rodilla o un ´´bai pas’’ en mis venas, un interrogatorio medico en toda
línea, y la gran pregunta tiene usted claustrofobia – pues claro le respondo un
hipocondriaco como no va a tener claustrofobia.
Bueno me dice iremos despacio usted respire, y me suben en
una nave espacial tumbado, con unos grandísimos auriculares para evitar los
daños colaterales de un despegue ‘espacial`, y yo creía que mi relajación, mi
meditación, herramientas que estoy utilizando para combatir esta ansiedad, esta
angustia que ha creado en mi cuerpo, el resistir diario, en esta sociedad enferma que nos ha tocado vivir tan mediocre como los
gobernantes ´ fecales que nos han llevado a una desesperanza viral.
Y así estoy dentro de un tubo metálico sudando la gota
´gorda ‘con una música nuclear apropiada para yonkis maquineros, para zombis de
la era de la música ´BACALAO` así me encuentro escuchando, sirenas de muerte
ruidos infernales que vecen todas mis estrategias de quitarme el miedo a estar
treinta minutos en un infierno metálico, nuclear, radiactivo.
Y aquí estoy intentado recuperarme de esta tarde
atormentada, respirando profundamente debajo de un naranjo urbano, buscando una
meditación eterna, que me deje dormir esta noche, buscando un mundo MINDFULNESS, una música marina que alegre mi
maltratado cuerpo que arrastra daños colaterales de una tarde de revisión, una
noche ya de hospital en la planta cero. de un lugar que le llama la ‘fe’.
Valencia 18 de septiembre 2019
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