Diario de un cuidador inexperto
A mi madre se le a muerto una maceta eso que en cualquier casa se vive con normalidad,se mueren unas flores se retiran y se colocan otra planta,eso mi madre hasta hace poco lo llevaba bien ,aunque ella siempre presumió de que a ella nunca se le murió una planta,hoy mi madre tenia un llanto sostenido yo no entendía que le pasaba,a menudo sufre ataques de tristeza,yo le pregunto que le pasa,por que lloras mama,y me dice por nada,otras veces me dice que se acuerda de su madre,y me pregunta donde esta su madre,cuando viene para llevarla al pueblo.
Los mayores son como niños de llanto imprevisible un niño llora por que se le cayó el chupe de la boca,mi madre llora cuando le tiembla las manos y no puede beber el agua que le pongo,en sus manos,ella llora por nada la mayoría de las veces.
Pero hoy su llanto era muy razonado se le han muerto las azucenas,una de sus flores preferidas yo le dije que mañana le compraría otras del color que ella quisiera, pero no la convencí las azucenas que murieron eran como de la familia su semilla llego del corral de la casa del sur cada año cuando volvíamos en verano a la casa de Baeza,ella recogía semillas de todas las plantas,de los claveles blancos,de las trompetas rojas,semillas de las margaritas multicolores,la semilla de estas azucenas,que llora mi madre,yo recojo el cadáver de la planta. ella me dirige el sepelio de las flores y me dice que le acerque los pétalos muertos,ella me dice que esa muerte es un presagio de su vida que cuando se muere una flor de su balcón ella se muere con ellas.
Ahora le acerco el naufragio de esa maceta y ella con sus manos sarmentosa temblorosas,busca la semilla que se mezcla con su llanto con sus lágrimas y este llanto no es de niño es un llanto de ternura de alguien que se le mueren sus raíces en sus manos.
Cuando se mueren las raíces nos morimos todos un poco.
Hoy lloramos los dos sobre el cadáver de estas azucenas del sur.
Los mayores son como niños de llanto imprevisible un niño llora por que se le cayó el chupe de la boca,mi madre llora cuando le tiembla las manos y no puede beber el agua que le pongo,en sus manos,ella llora por nada la mayoría de las veces.
Pero hoy su llanto era muy razonado se le han muerto las azucenas,una de sus flores preferidas yo le dije que mañana le compraría otras del color que ella quisiera, pero no la convencí las azucenas que murieron eran como de la familia su semilla llego del corral de la casa del sur cada año cuando volvíamos en verano a la casa de Baeza,ella recogía semillas de todas las plantas,de los claveles blancos,de las trompetas rojas,semillas de las margaritas multicolores,la semilla de estas azucenas,que llora mi madre,yo recojo el cadáver de la planta. ella me dirige el sepelio de las flores y me dice que le acerque los pétalos muertos,ella me dice que esa muerte es un presagio de su vida que cuando se muere una flor de su balcón ella se muere con ellas.
Ahora le acerco el naufragio de esa maceta y ella con sus manos sarmentosa temblorosas,busca la semilla que se mezcla con su llanto con sus lágrimas y este llanto no es de niño es un llanto de ternura de alguien que se le mueren sus raíces en sus manos.
Cuando se mueren las raíces nos morimos todos un poco.
Hoy lloramos los dos sobre el cadáver de estas azucenas del sur.
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