Versos de un poeta precario.
Balada de cumpleaños.
En la edad de la inocencia.
Nos hicieron jurar fidelidad
hasta el fin de nuestros
días.
Cuando en el catecismo
de nuestro amor, solo
existía inocencia.
rachas de abrazos,
sudor adolescente.
Una cama furtiva,
y todo el deseo.
En su colchón,
nos bañamos los sábados
por la tarde.
Yo poeta buscaba versos
entre las sabanas,
tu niña del alba,
apacentando caricias.
Nadie aposto por nosotros,
pero el destino hizo huelga,
devoramos el tiempo.
Hoy cuatro décadas después
sábado,por la tarde,
tu en el salón juegas,
al diabólico parchís,
donde os devoráis,
tu y los niños de tretaitantos,
Mientras yo escribo
estos versos,
entre recibos del banco,
papeles pendientes,
y poemas de los amigos.
Inocente como la ficha
que te acaban de comer.
Nos hicieron jurar fidelidad
hasta el fin de nuestros
días.
Cuando en el catecismo
de nuestro amor, solo
existía inocencia.
rachas de abrazos,
sudor adolescente.
Una cama furtiva,
y todo el deseo.
En su colchón,
nos bañamos los sábados
por la tarde.
Yo poeta buscaba versos
entre las sabanas,
tu niña del alba,
apacentando caricias.
Nadie aposto por nosotros,
pero el destino hizo huelga,
devoramos el tiempo.
Hoy cuatro décadas después
sábado,por la tarde,
tu en el salón juegas,
al diabólico parchís,
donde os devoráis,
tu y los niños de tretaitantos,
Mientras yo escribo
estos versos,
entre recibos del banco,
papeles pendientes,
y poemas de los amigos.
Inocente como la ficha
que te acaban de comer.
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