Diario de un cuidador inexperto.Mi madre después de un año de no poder lavarse ella sola sigue teniendo pudor,a que la lavemos a estar desnuda, delante de mi, la semana pasada le conté que tuve que ir al medico y no me pude duchar ni cambiar llegaba directamente del trabajo,tarde como siempre.La consulta era un poco delicada, vergonzosa para mi, la medica me dijo que me bajara los pantalones y los calzoncillos,me acorde de ti madre siempre decías que los calzoncillos tenían que estar limpios y siempre me decías llévate unos calzoncillos limpios por si las moscas,ella cuando yo era joven me prepara el almuerzo para el trabajo,el bocadillo lo envolvía en papel de traza, o en papel de periódico, el papel aluminio no existía imaginarse los años que tengo,junto al bocadillo en una''talega'' me metía unos calzoncillos limpios blancos entonces siempre eran blancos y muy incómodos,en el pueblo me los hacia ella junto a Rosa que era costurera,me dejaban desnudo en medio de la salita y con un metro de trapo me median la cintura y las piernecitas, yo me tapaba mis partes con mi pequeñas manos y ellas se reían ,- joselito quítate las manos que sino no podemos tomar medidas,yo me resistía anda joselito me decía mi madre si Rosa es de la familia, ,- Rosa decía y no me voy asustar, en la parte de atrás mi madre le bordaba en azul el numero 382 que era mi numero en el internado de curas donde pase mi infancia.
Luego cuando llegamos a Valencia los calzoncillos los compraba en el mercadillo, blancos y baratos decía mi madre, aunque como ella no tiraba nada durante años lleve aquellos que ellas me hicieron con mi numero de campo de ''concentración''.
Como os contaba todos los días junto al bocadillo, los calzoncillos,que yo me los dejaba todos los días encima de la mesa y mi madre salia apresurada, y por la escalera me gritaba joselito que te dejas los calzoncillos yo con mi vergüenza correspondiente,sobre todo cuando a mi lado bajaba las escaleras la vecina,que se reía socarronamente.
El otro día le contaba esto mismo a mi medica y se reía, decía le sigue pasando a mucha gente,yo le pedí perdón por no venir recién duchado, y volvió a regirse.
Este diario se marcho sólito otra vez por los cerros de UBEDA.
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