miércoles, 22 de octubre de 2025

 

Las ortigas y los años del hambre
Desde el huerto de Plauto.
 
 
Cuando terminó la guerra, mi padre tenía 13 años, entonces comenzaron otras guerras, tan terribles o mas que los bombardeos, se cambió las trincheras por el paredón, comenzó otra guerra la del hambre, tan terrible como las bombas, era tener hambre, mí madre me decía "yo no pasé hambre pero cuando llegaba a la casa un chusco de pan duró era una fiesta" mi madre tenía 9 años y a esa edad ya era carne de yugo que cantaba el poeta Miguel Hernández, mí abuela cuando terminó la guerra tenía tres hijos, un hermano asesinado en el paredón del cementerio de Baeza ,un marido en un campo de concentración de Castellón, mi abuela me contaba "salíamos al campo" para buscar algo para comer y no había nada, volvíamos con unas ortigas para hacer sopa, o una tortilla si las dos gallinas ponían huevos porque hasta las gallinas pasaban hambre, en la posguerra.
Hoy quitando las primeras hierbas después de una Dana buena Alice, que nos dejó dulces lluvias hace unas semanas, hoy he recogido las pequeñas ortigas que encontré entre los surcos, las cojo con las manos desnudas, me gustan cómo se defienden las plantas pinchado en la piel, siento que tienen vida, cuándo enrojecen mis manos, ahora la estoy haciendo para comer una tortilla de ortigas del huerto de Plauto, en estas fechas de aniversario quiero estar cerca de mí padre, ahora veo los niños escuálidos muertos de hambre de la guerra de Gaza, veo los edificios hundidos por los bombardeos de Israel, recuerdo a mi padre con 13 años al final de la guerra, muerto de hambre, buscando algo para llevarse a la boca, " no habéis querido oír el llanto de los niños pidiendo pan".
Mí abuela me contaba que cuando empezaron los años del hambre no había nada, ni un coscorrón de pan duró para echarse a la boca.
Esto lo recuerdo mientras saboreó una tortilla de ortigas del huerto de Plauto, hechos con huevos de una gallina sobre alimentas para que den más producción.
Ahora releo a Miguel Hernández, mientras recuerdo a mí padre el labrador de mas aire, qué se fue en estas fechas, para no marcharse nunca, ahora recuerdo sus palabras "Joselito si tienes un huerto nunca pasarás hambre" y aquí estoy alimentándome con ortigas recogidas está mañana entre los surcos del huerto de Plauto.

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