TEATRO EL CIRCULO FEDERICO GARCIA LORCA
Tarde con Federico en Benimaclet, en silencio navego por las sombras de mi barrió con el duende en los bolsillos, se caen las voces de una ventana enferma. Los contenedores del hambre se abren a las manos, que buscan la manzana tocada, la naranja enferma que apacigüe ese eterno vacío de estómago, recorro con Federico en el recuerdo las calles, oigo las sirenas que estrellan sus gritos en el silencio de la noche, junto al contenedor una bicicleta destripada, un espejo con sangre, la tragedia esta en el paisaje, el olor de lo orines se mezcla con aceite quemado que ahúma, las bocas selladas quede dos en dos, esperan el menú del viernes, las sombras apresuran su marcha, el toque de queda pronto gobernara la ciudad y la noche se hará peligrosa.
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