jueves, 24 de agosto de 2023

 Poesía en Toledo

La poesía y su poder transformador.


Ayer terminamos el curso de poesía lo hicimos a los pies de Garcilaso, dé madrugada, después de dos días debatiendo escuchando poesía compartiendo y conviviendo bajo el amparo poético, tres días en el territorio de la poesía te cambian la vida al menos a mi, a veces un verso un poema es suficiente para que tu vida te estremezca para ir de la intemperie, a la fantasía para soñar, para emocionarse basta una palabra una mirada un abrazo, vivir en poesía es todo eso y mucho mas estos días nos juntamos en el territorio de los versos que es la aldea donde habitan la inmensa «minoría» en ese territorio esa aldea global de lo humano nos juntamos para hablar de poesía o mejor dicho para preguntarnos si en estos tiempos tan convulsos, en tiempo de la posverdad, nos preguntamos si todavía es posible mirar este mundo con una mirada mas humana, una mirada poética, que bueno que alguien organice de una manera fantástica, estos encuentros de poetas, que para mi lo somos todos pues yo soy se los que piensa que todos los seres humanos tienen algo de poetas.
Alguien pensará que iluso y si quizás yo lo soy iluso, viene de ilusión y eso es algo que no, nos tiene que falta a nadie.
Anoche después de un cierre memorable de uno de los mejores poetas de este pais, una extraordinaria persona, Juan Carlos Mestre que con su ponencia recital nos emociono, nos mostro el territorio poético como un lugar para vivir, su recuerdo tan entrañable a Guadalupe Grande que nos dejo este año, nos toco de lleno, y aunque es una herida que sigue abierta, como decía Lupe las palabras curan y los abrazos sanan.
En dos días que parece que no es nada dan para mucho, y no se que me pasa pero cuando vengo de un encuentro de poetas de un festival poético ya no soy el mismo.
Ahora en el Sur recuerdo la despedida por las calles de Toledo donde tan felices fueron Buñuel, Lorca, Alberti, María Teresa León toda la generación de «plata» Toledo es una ciudad que emana versos, fuimos a la casa de los Bécquer y vimos el famoso laurel de Gustavo Adolfo, la casa de Teresa de Jesús y el lugar donde estuvo la cárcel de Juan de la Cruz, Cervantes como no también estuvo con nosotros, tantos poetas y escritores que tuvieron morada en una ciudad encantadora.
Nosotros hemos estado tres días en un curso de poesía, alguien dirá «hay gente para todo» pues si que no nos falte la poesía anoche de madrugada nos dijimos asta siempre bajo la presencia del gran Garcilaso, el año que viene volveremos a vernos y seguro que ya no somos los mismo, pero seguiremos revindicando un vivir en poesía que no es una utopía os lo aseguro un abrazo poetas.
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