martes, 15 de agosto de 2023

 Las higueras del hambre

En mí tierra del Sur, en casi todas las casas existía una higuera, ni que decir tiene que no había huerta qué se preciara qué junto a la alberca no tuviera una higuera, pará dar fruto, y también sombra, a la sombra de una higuera hice yo muchos conjuros en mi infancia, y robe también algún besó a una futura novia, que luego no fraguaba, recuerdo haber jugado a los novios debajo de la frondosa Higuera de Rascaviejas.
Los frutos de la higuera nos salvaron a muchos del hambre, así me lo recordaba mi amigo Paco Marín, está semana el me regalo una fuente de Brevas dulces como la miel de su higuera de Liria y juntos recordamos las hambres que éste fruto apaciguó durante siglos, hablamos de los higos y de los dátiles que en otros lugares de este planeta también son alimentos claves pará apaciguar las hambres, hermanar los higos y los dátiles es aunar a seres humanos de todo el planeta, ahora recuerdo unos versos escritos por Miguel Hernández no se si debajo de una higuera, eso lo sabe mejor el gran Hernandiano, biógrafo del poeta, Jose Luis Ferris, " tener hambre es la
cosa primera que se aprende, el hambre tened presente el hambre "escribía Miguel Hernández la higuera de la casa de Miguel Hernández es un símbolo, para la poesía y para la vida, hace poco en la exposición del poeta en Valencia se planto una higuera, que procedía de la higuera de Orihuela no se si habrá sobrevivido al "sunami azul " o será cadáver en algún almacén del nuevo ayuntamiento, se lo preguntaré a mi amigo Amadeo Sanchís que la regó y la puso al sol los meses que duró la exposición del poeta en Valencia.
Cómo decía mí vida está rodeada por las higueras las de mi tierra del Sur son muchas citaré algunas, ( la de mi casa de la calle San Ildefonso, incluyó las de mis vecinas Rosa, Blasa y la de los Potriches mis vecinos del Alma, la de las huertas y como no la del Pelotoso ) y todas las higueras dónde furtivo cogí sus frutos para saciar el hambre.
Esta semana se cumplen Cincuenta años que salí del Sur en mi exilió del hambre, hoy he ido a visitar la higuera que planto mi padre en su huerto, que curioso lo primero que planto mi padre fue una higuera, el sabía mucho de hambres vivió la guerra, y lo mas duro la posguerra y cuando llegó a Valencia lo primero que plantó fue una higuera y unos olivos, los olivos ya no están ahora el nuevo propietario ha puesto naranjos, pero la higuera que mi padre planto de un esqueje procedente de la higuera de mi casa de Baza esa si permanece, esta mañana furtivo he cogido un par de Brevas, hoy yo no tenia hambre, tenia memoria y recuerdos, tengo mi alma llena de esos recuerdos.
Hoy he vuelto a ver a mi madre enharinando los higos secos, guardándolos para el invierno, para sacarlos en la noche de nochebuena , he visto a mi padre con una caña abierta en sus manos con su sombrero de paja cogiendo las dulces brevas.
Yo mismo he saboreado los frutos del Sur porque del Sur es está higuera que plantó mi padre en Valencia ( en el huerto de la Torre) aun conservó el sabor en mis labios de ese fruto y ahora mientras leo los versos de Miguel Hernández me acuerdo de la higuera de Orihuela, y distingo entre saborear y comer.
Durante muchos años yo como mucha gente comí higos para apagar la llama del hambre, hoy en muchos lugares del planeta " niños yunteros" siguen comiendo dátiles o higos pará apaciguar el hambre.
José Montoro
Valencia agosto 2023.
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Juan Antonio Cabello Blanco

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