lunes, 24 de noviembre de 2025

 

Los buenos días en el huerto de Plauto.
 
 
Desde niño mí madre me enseñó a dar los buenos días siempre, decir buenos días a quien pasara a mi lado de buena mañana, decía mi madre que dar los buenos días es como darle un beso al mundo cada mañana. Siempre que doy los buenos días recuerdo a madre, cuando de niño yo iba de su mano y ella daba los buenos días a mis vecinas yo le preguntaba a ella "a qué mundo damos los buenos días"? a todo el mundo Joselito respondía ella.
Así que mí vida empieza cada día dando los buenos días al mundo. Hoy fui muy de mañana al huerto, por azares de la vida el día no empezó muy bien, no era un día muy bueno para mí, pero el día cambió con mis primeros buenos días, el mundo se pone de mí parte con el primer saludo, con el agradecimiento a la vida, en el huerto de Plauto los hortelanos y las hortelanas siempre responden al saludo, pero últimamente observo que los hortelanos más jóvenes les cuesta dar los buenos días, algunos agachan la cabeza para no saludar, yo de todas formas les doy los buenos días, algo no está pasando, cuando somos incapaces de dar los buenos días, de agradecer a la vida estar aquí, agradecer todo lo que nos da la tierra. Mi padre que era hortelano, hablaba con las plantas, con su mula, con los pájaros con la higuera daba los buenos días a todos el mundo, hoy en el huerto de Plauto me acordé de mi padre, cuando iba por la vereda di los buenos días a un hortelano joven el no me saludo, yo di la vuelta, volví a dar los buenos días en voz alta, el joven hortelano ahora sí me dio los buenos días, yo no me rendiré si tengo que dar los buenos días a alguien diez veces lo are, aunque no tenga respuesta lo haré por mi madre, por el mundo, por el labrador de mas aire, que fue mí padre, daré los buenos días y las gracias a la tierra por todo y por tanto.

 

Desde el huerto de Plauto 
 
 
Después de las lluvias torrenciales llegó la primera cosecha del huerto de invierno, volvieron las gallinas a cacarear melancólicas, el Gallo canto su quiquiriquí con todas sus fuerzas marcando su territorio, rompiendo un silencio tráfico de días enfermos, las regaderas perdieron la cabeza, y el acero dulce de la azada aireo la tierra con una caricia, el rastrillo peino las ortigas dulces, los caracoles me contaron que las torcales están tristes, que perdieron el apetito, y se pasan horas cabizbajos sentadas en la silla, contemplado un cielo indeciso de noviembre.
Hoy recogimos las acelgas multicolores, dulces como la miel, las espinacas collejeras que salvaron de la hambre de la posguerra a tantos supervivientes, están también en nuestra cesta, las últimas berenjenas que se niegan a que las salvemos de la tierra también se despidieron del huerto de Plauto, en silencio sepulcral los hortelanos laboran, la tragedia el miedo,todavía sobrevuelan en cada nube, que nos acogen la vida abre su boca en los labios de un niño recién nacido, la tierra el huerto nos habla con la sencillez y humildad que da la esperanza.
Ahora reparto mi humilde cosecha con mis vecinos, y siento que la gratitud es la canción más bonita del mundo , que aunque tú lo sepas padre, yo siempre me levantaré cuándo el Gallo entonces su canto libre, porque el huerto de Plauto siempre me espera.

jueves, 20 de noviembre de 2025

 Donde estabas el día que murió Franco.


En noviembre de 1975 yo tenía 17 años cumplidos en septiembre, en verano de 1973 con el dictador vivo, mi madre decidió salir de una vez de tanta necesidad, de tantos años de oscuridad y silencio, años de luto, mí abuela jamás se  quitó el negro de su cuerpo desde que en 1939 fusilaron a su hermano en la tapia del cementerio.
 En agosto de 1973 en el remolque de un camión mi hermano y yo íbamos acurrucados, entre los poco que podéis la familia, Medio saco de garbanzos una damajuana pequeña de aceite, una tabla de madera de lavar y un barreño de latón pequeño donde cabía todo el ajuar de cocina de mi madre, ligeros de equipaje como cantaba el poeta don Antonio Machado, con lo puesto dejábamos mí  Andalucía, el sur más profundo y doloroso buscando una tierra que nos acogiera, un lugar donde tener una vida digna, llegamos a Sedaví en ese lugar por primera vez tuve mí habitación, una cama para mí, una ducha con agua caliente, era casi un milagro ese verano vi  por primera vez el mar en Pinedo no lo olvidaré jamás.
Como jamás olvidaré el día que murió Franco, yo con 17 años trabajaba de electricista era oficial de tercera llevaba dos años ya trabajando en el oficio qué no a abandone hasta mi jubilación, aquella mañana muy temprano, jueves 20 de noviembre mí madre me preparo la fiambrera como todos los días yo madrugaba mucho esa fecha en concreto yo estaba trabajando en Vinalesa un pueblito de la Horta, para llegar allí desde Sedaví cojia el 27 el autobús que me llevaba a las torres de Serranos donde cogía el único coche de Línea que llegaba a Vinalesa,.
Salí de noche a las siete de la mañana desde Benetússer en la parada no había nadie, un silencio estremecedor las fábricas del mueble estaban todas cerradas, el cobrador del autobús me dijo pero dónde vas tú está mañana fría de Noviembre " no sabes qué se ha muerto Franco" yo no le hice casó subí y me senté en el sitio de siempre la ciudad estaba desierta, todo cerrado alguna pequeña luz en un taller de la calle San Vicente, tuve una sensación extraña, esa misma sensación la tuve años después, en febrero de 1981 cuando el golpe Militar de Tejero,el autobús el "27" recorría la ciudad sin apenas recoger pasajeros, cuando llegue a las Torres de Serranos el silencio era sobrecogedor en la parada del autobús a Vinalesa, estaba cómo todos los días Amparin la pescadera, qué abastecía Vinalesa tenía dos grandes neveras yo solía ayudar aquella mujer entrañable, ella a veces me regalaba un cucurucho de calamares, por ayudarle con las neveras, pero aquel día estaba muy enfadada, renegaba porque no sabía si vendría el autobús que nos llevaría a Vinalesa, ella siempre tenia una sonrisa en la boca, siempre cantando,  aquel día maldecía al autobús a Franco, a Dios, a todos el mundo, a las dos horas de esperar paso un taxi y se fue a Vinalesa, ella no podía dejar el pescado ni a sus clientes sin comer,era muy formal muy estricta con su trabajo, me dijo que fuera con ella, que ella pagaba el taxi, yo le respondí que no tenía dinero, ella me dio un beso en la mejilla, y me susurro al oído por fin se murió el burro,  mañana todo será distinto.
Ahora estoy leyendo la viñeta de Paco Roca Operación Lucero, un recuerdo del día en que murió Franco, ahora recuerdo todo el dolor que el dictador dejó en mi familia en mi pueblo un pueblo noble trabajador que no merecía tanto dolor tanto sufrimiento.

martes, 18 de noviembre de 2025

 Las espinacas del huerto de Plauto  el Hambre del Franquismo.


Cuando era niño bajaba con mi padre por el camino de San Antonio,acompañaba a mi padre con un rastrillo y un artilugio que diseño mi abuelo para hacer suelos, los últimos suelos de la temporada, siempre los hacíamos, en el olivar  cercano a la encina negra, el lugar donde don Antonio Machado descansaba en sus paseos hacia Úbeda la ciudad hermana, dábamos un rodeo que yo no entendía mi padre conocía un lugar donde estaban las mejores collejas de la Loma, las collejas eran las espinacas silvestres, que crecían cada año en aquella sombría cerca del olivar,  sin que nadie las sembrara, las collejas, y otras plantas como los cardillos, las setas,  salvaron del hambre a muchas personas en los años del hambre de la posguerra. Mi madre hacía con ellas y con caracoles un arroz caldoso fantástico, el arroz caldoso con collejas, caracoles y conejo era y sigue siendo mi plato de caliente favorito, siempre lo como en Noviembre cuándo recojo las primeras espinacas, estos últimos años las espinacas no fueron bien en el huerto de Plauto, pero la tierra es buena y este año el año después de la Dana las espinacas son fantásticas hoy he comido el primer arroz caldoso de la temporada, hoy he recordado a mí madre engañando a los caracoles con el sol tibio de Otoño  a mí padre recogiendo las collejas con su "navajilla" de cortar las setas, haciendo con ese cariño sin cortar la raíz, hoy he vuelto a mí infancia con un buen arroz de "collejas" ahora las espinacas son del huerto de Plauto, sembradas y labradas con mucho cariño,hoy e recordado aquellos años de extrema precariedad en los últimos " coletazos" del maldito Franquismo que tanta hambre nos hizo  pasar.

miércoles, 12 de noviembre de 2025

 

La polarización "poética"
 en el huerto de Plauto 
 
 
Hoy el día amaneció ventoso en el territorio de Plauto, el viento no es un buen aliado pará nadie en la huerta, las primeras en sufrir son las palmeras, parecen que quieran salir de la tierra y volar, pero al final son como el junco que se arrodilla para volver a levantarse,
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Hoy el huerto está muy exaltado, me dicen que hay convocada asamblea por parte de los caracoles, quieren destituir a su secretaria general, por falta de compromiso con sus afiliados, la prensa calacorela, están con sus micrófonos debajo de una teja la reunión será en la casa de las herramientas, hacia ese lugar van los caracoles con sus pancartas, por otro lado las hormigas han iniciado una marcha hacia la fuente del Perigall para pedir mejores medidas de seguridad, después del atropello que sufrieron el día de los mártires, cuando fueron atropelladas por dos inmensas botas de agua, las mariquitas rojas también tienen convocada asamblea, igual que los topos que están en huelga de tierra, se prevé un huerto de invierno muy caliente, las herramientas también están de acero caído, las regaderas se quejan también de que a llovido demasiado y ellas no tienen trabajo, no se si esto acabará en adelanto de elecciones generales, mientras tanto hoy pasea por el huerto la Reina de las setas que este año cuyo reinado a recaído en la venenosa Amanita que galante pasea su colorido sombrero, en este día ventoso, está todo muy revuelto en el huerto de Plauto, solo la paz de la niña que juega con la tierra, da normalidad está mañana al huerto de Plauto, ella, Violeta que así se llama la niña, impasible sigue jugando cerca de las acelgas y las espinacas lejos del ruido y de las garras de las ortigas.

lunes, 10 de noviembre de 2025

 

Esta luz, estas rosas de Otoño.
 Está casa de Sorolla en Valencia. 
 
 
Sorolla dicen que ha vuelto a Valencia y no saben que el extraordinario pintor Valenciano no se marchó nunca, estos días se expone en Valencia parte de los fondos de la casa de Sorolla casa que en este momento está en obras su casa de Madrid es mi lugar de peregrinación para mí todos los años voy al menos una vez me encanta el lugar, antes disfrutaba de los jardines a primera hora cuándo todavía la gente no colapsaba los lugares mágicos de la ciudad, el jardín era uno de esos maravillosos lugares ahora ese Madrid no existe, Madrid se convirtió en un absurdo plato de televisión.
En Valencia de momento se puede caminar espero qué a quien corresponda se tomen medidas para proteger esta ciudad donde nació el gran genio Sorolla, está mañana es cierto que la sala donde se expone la obra del genio Valenciano se quedó pequeña no entiendo la organización de esta exposición teniendo todo el edificio para Sorolla la reducen a una sala con aforo ilimitado de 100 personas este domingo estaba desbordada, masificada cosa que no es bueno ni para las obras de arte ni para la gente, el masificar cualquier evento es una barbaridad que yo no entiendo.
La exposición aunque escueta, ilustra muy bien lo que fue el extraordinario trabajo del pintor desde sus inicios los años de plenitud, también los últimos años de agotamiento físico del autor, los lugares y los años donde el pincel fluía, también las obras que se le resistieron al autor.
Yo está mañana disfruté muchísimo, es verdad que yo soy un Fan de Sorolla, ver al genio Valenciano en su casa de Valencia, es un privilegio, Sorolla se vive en cada rincón de la ciudad, en la plaza del ayuntamiento donde comenzó a trabajar con su suegro en el primer estudio fotográfico de la ciudad, en la Malvarrosa, donde se doctoró pintor, en cualquier rincón de Valencia está la memoria de este genio de la pintura y de la vida que fue Don Joaquín Sorolla, aquí junto a su musa, su mujer Clotilde está toda la esencia de un hombre bueno, hoy como tantas veces el arte la Belleza me agrando la vida.

miércoles, 5 de noviembre de 2025

 

LUNES negro en el huerto de Plauto 
 
 
Está mañana comencé la semana en el huerto, cuando subí al coche para desplazarme a San Antonio de Benageber muy cerca de la Eliana, una Alimaña llamada Mazon, Carlos Ventorro Mazon, un tipo falso muy falso, malo muy malo, con un corazón de alimaña, escondido entre banderas de mentira el volvía a lo suyo a la mentira perpetua que le alzó a la " Gloria " de la política, amparado siempre por su jefe el Pinocho más despreciable qué nombro la hiena, después de devorar a un ciervo que le dijo no.
Así inicie está mañana tratando de olvidarme de la rata del demonio que hablaba en la radio, una Alimaña que se ha pasado un año mintiendo sin decirnos que hacía el esa tarde cuando se ahogaron 229 personas por su negligencia suprema, de un inútil convertido en Dios por la gracia de Feijo.
Llegué al huerto de Plauto después de una semana sin estar en este paraíso, la hierba se comía las espinacas, las ortigas enfadadas, venidas arriba pinchaban hoy más que nunca, hay días como este lunes que no se olvidarán nunca, cómo no olvidaré jamas aquel fatídico 29 de Octubre cuándo una Alimaña brindaba con champán francés, mientras su pueblo se ahogaba.
Hoy miraba la tierra mientras la peinaba, la aireaba, sin poder entender la miseria de algunos seres que la política los hizo despreciables, ratas demoníacas que viven en palacios, ojalá algún día las alamedas sean para quien se las merezcan, Ojalá la justicia por una vez sea justicia verdadera.