lunes, 23 de junio de 2025

 

Las patatas Brasileñas, del huerto de Plauto 
 
 
Tras diez días por tierras de España vuelvo a coger la azada en el huerto, el verano abrió sus venas, a está hora de la mañana ya derrama su " lava" la canícula cae sobre las plantas del huerto, los tomates y pimientos se dejan caer siente en sus cuerpos este sol infernal se rinden, ondean la bandera blanca sobre sus frutos, yo ando un poco alterado, el huerto está claro no se puede dejar dos semanas porque se apodera de tí, a veces pienso en la canción de los Chichos "si me dan a elegir" yo lo quiero todo, quiero estar en Manzanares en unas conferencias sobre el teatro del 27 con mis amigos, los catedráticos Javier Beira, y Javier Huertas, disfruto con ellos compartiendo pasiones y la escena del 27 nos fascina, por estás fechas, tenemos una cita en Úbeda con la poesía, a la que no queremos faltar, me encanta los encuentros poéticos que cada año organiza de manera magistral la poeta Isabel Rezmo, me encanta perderme por los cerros de Úbeda, y pasear por la calle Melancolía, y como no callejear por la ciudad perdida, por Baeza me encanta pasear con Antonio Machado por su paseo, bautizarme con la luna en Fuente de Santa María, como lo hizo Federico García Lorca en junio de 1916.
Cada año me vuelvo a bautizar con la luna del Sur en fin qué me sobran los motivos para abandonar el huerto de verano unos días.
Hoy al llegar al huerto he visto a Plauto sentado debajo de la sombra de una morera, riéndose a carcajadas, de su boca salió una expresión " la que te espera chaval" lo he mirado bajando la cabeza, con la azada al hombro me he dirigido en silencio hacia mí bancal, ahora se por qué se ríe Plauto la hierba se a apoderado de todo el huerto, no se por dónde empezar, las torcaces me miran desde el olivo que preside mi parcela y se compadecen de mí, así que he comenzado por lo mas duro quitar la hierba que a crecido hasta por encima de las patatas Brasileñas, y de ellas quería hablaros de las patatas, el año pasado fracase con las patatas Bolivianas, las plante con mucha ilusión y crecieron unas hermosas plantas que no dieron ni una patata, las patatas Bolivianas no son para el mediterráneo me dijo entre risitas Plauto, este año me decidí por las, patatas Brasileñas, prepare bien la tierra prepare un surco, que por cierto es lo que menos me gusta del huerto hacer surcos, es una faena para mí durísima, y mis surcos parecen las montañitas que hacen los niños en verano en la playa en fin un desastre,
Este año puse tierra de diatomea en las entrañas del surco, y plante las patatas hace ya muchos meses al principio tenía poca fe, luego con las lluvias de abril salieron unas plantas preciosas, con eso ya me daba por satisfecho, pero la tierra es fantástica y hoy después de unos meses con la azada he ido sacando las patatas, sacar patatas es como buscar oro, se mueve la tierra, de sus entrañas sale unas " pepitas "Rojas las famosas patatas Brasileñas la tierra me ha dado muchas alegrías, está mañana de Junio soy muy feliz con mis cuatro patatas me he dirigido a la sombra que cobijaba al dramaturgo romano Plauto para enseñarle mis patatas y el ya no estaba, ahora le hablo a la sombra ausenté de Plauto, si se puede Plauto, si se puede y aquí estoy aterrado por la hierba y feliz por las patatas Brasileñas
Es buena la tierra, hoy un compañero de huerto me ha traído los poemas de su nieta, y entre ellos una oda de Alberti y así se conjuga, la poesía, el teatro y las patatas.

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