martes, 5 de marzo de 2024

 En un lugar de la Mancha (1)


( Tras las huellas del Quijote)
He viajado muchas veces a Castilla Mancha por motivos literarios, cada uno tiene sus razones para viajar y a mi me seduce la literatura y sus distintas geografías, siempre que voy a rutas Literarias me gusta ponerme en la mirada y en el tiempo de los autores, por poner un ejemplo, cuando voy a Villanueva de los Infantes mi alma se viste de Francisco de Quevedo, cuando voy a la Senda del poeta de Orihuela me pongo las alpargatas de esparto de Miguel Hernández y camino por la Vega con ese espíritu tan especial de naturaleza y vida.
Antes de que estos renglones se me marchen por los cerros de Úbeda y acabé contando " paparruchas " de mal escritor, o peor de contador de ocurrencias que de eso soy experto, os quiero decir que una vez en la vida al menos debéis hacer una ruta del Quijote aunque no hayas leído nunca a Cervantes, la Mancha nos ofrece un abanico amplio de rutas del Quijote tu mismo puedes diseñar tu camino, o todos los años hago una distinta y camino tras las huellas del Quijote de la mano de don Miguel de Cervantes.
Os voy a contar la ultima que hecho está semana salimos de Valencia con dirección a Ruidera buscando la Cueva de Montesinos dónde releemos el capitulo XXll, y después caminamos a las orillas de las lagunas de Ruidera fantástico entorno no os perdáis la visita al centro de interpretación del parqué natural, con la magníficas explicaciones de los responsables del lugar me encanta su pasión por la tierra donde ellos viven y trabajan, como con su relato nos envuelven en un entorno natural paradisíaco, y literario.
Comimos en las lagunas el día era frío, pero unas buenas migas, un " desatasca burras " y un pisto manchego, acompañado de un buen vino nos quitó todo el frio, el agua de las lagunas rizada por la brisa, y un entorno verde gracias a las lluvias de las ultimas semanas, hizo un lugar paradisíaco, el silenció nos envolvió, ya conocéis mi opinión si no puedes mejorar el silenció mantente callado, y aunque puedas mejorarlo date el placer de otros sentidos, mira o escucha en silencio lo que la naturaleza te regala.
Después paseamos por Osa de Montiel, con la calles vacías, con un viento helado que invitaba a quedarse cerca de una chimenea pero nuestro destino era Almagro y bajo una lluvia fina abandonamos el parque natural de Lagunas de Ruidera, con el Quijote en el crepúsculo, y Cervantes en el horizonte.
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