martes, 15 de marzo de 2022

 El espejo de Tirachinas.

Hoy fui a cortarme el pelo a mí peluquero habitual, el de mis últimos veinte años, OSAMA que es mi peluquero, lo conocí cuándo el era un joven Marroquí recién llegado de los suburbios de Casa Blanca la ciudad que le vio nacer el también llegó a Valencia como yo, huyendo del hambre a el no lo trajeron sus padres como a mí el llegó solo después de una aventura de casi un mes caminando por Marruecos,
llegó y no fue fácil encontrar el sitio la ciudad antes de llegar a Valencia, recogió fresa en Huelva, aceituna en Jaén, y Naranjas en Valencia, el como yo quería aprender un oficio y como ya era el peluquero de todos los emigrantes, sus compañeros jornaleros a los que el les cortaba el pelo gratis, pensó que lo de las tijeras no le iba mal y montó una pequeña peluquería en Benimaclet mi barrio de Valencia.
Entonces como ahora tampoco era fácil vivir de cortar el pelo, ganarse la vida y resistir permanentemente en crisis no es fácil, pero el con poco se conformaba con una habitación en un piso compartido tenía bastante, un día hablaré de sus miedos y soledades, penurias que pasó, ahora tiene su familia aquí y es más o menos feliz.
Hoy fui a que me cortara el pelo en un día ventoso de Marzo, con un cielo de arena un día espantoso en mi ciudad, no era el mejor día para cortarme el pelo lo sé, yo le quería enseñar una foto, la de mi peluquero de la infancia y la llevaba en mis bolsillos, pero no me atreví a mostrarla.
Me senté en su silla barbera y miré el espejo, cada día me reconozco menos cuándo me miró al espejo los años se caen por mis pupilas, como si fueran lava de un volcán.
Los dos en un silencio doloroso, yo mirando mi rostro borroso y el cortándome las canas que me crecieron de repente un domingo cualquiera, los dos en silencio evitando hablar de la guerra, pero era indudable que teníamos que compartir nuestro dolor, le pregunté cómo están tus padres y respondió bien en Marruecos, me dijo ves televisión y le respondí no la veo poco, pero desde qué empezó la guerra de Ucrania me niego a verla, él hizo también una afirmación con la cabeza, y dijo la guerras son muy malas.
Hoy se me cayeron unas lágrimas en la barbería de Osama,el silencio doloroso de guerra nos atrapó a los dos.
Antes de marcharme le enseñé la foto de mi maestro barbero de Tirachinas este peluquero le cortó el pelo a mí padre y a toda mi familia, tiene cara de buena persona me dijo, lo era respondí yo muy buena persona tan buena como tú Osama, la buena gente nos agranda la vida y solo basta un abrazo de buena gente para seguir viviendo en pie de Paz, recordando a otra extraordinaria persona, el pintor Antonio Moreno que ilustra este recuerdo.
Benimaclet 15 de Marzo 2022.

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