HASTA SIEMPRE, Y MULTA EN BAEZA
A QUIEN CORRESPONDA
Hoy me multaron en Baeza por estacionamiento indebido, es la segunda vez que me multan en mi pueblo.
Esta vez la multa parece más un sainete Valenciano, que una sanción, la otra vez que me multaron, lo recuerdo, si me enfade iba con mis padres, a los que ahora recuerdo íbamos al entierro de un ser querido y ellos mayores no podían caminar me multaron junto al Tanatorio que por entonces estaba en el centro de la ciudad, recuerdo que mi padre me dijo déjalo Joselito no te enfades yo te pagare la multa y así fue, mi padre anciano pagó la multa, años después nos reíamos juntos recordando aquel día y lo serio que yo estaba y lo contundente que fue el guardia que escribió con faltas de ortografía la multa que dejó en el parabrisa de mi coche.
Hoy fue para mí un día especial triste, como lo son todos los días que dejo mi pueblo para seguir mi vida de migrante, cuando salgo de Sur siento el miedo y recuerdo aquel día de agosto de 1973 donde en la caja de un camión con el ligero equipaje de mi familia, casi desnudos que decía el poeta, entre garbanzos y aceite, y todo el miedo a lo desconocido, el mismo miedo que sentirán los migrantes de todo el planeta, los mares de este mundo están llenos de cadáveres, de seres que como mi familia que huyen de la peor guerra la del hambre el mediterráneo que ahora me acoge es un gran cementerio de inocentes que perdieron la vida huyendo de las guerras y el hambre.
Hoy yo estaba con mi equipaje cargado con mi coche repleto de aceite de mi tierra, cargado de ochíos y de embutidos tan sabroso que se hacen en mi pueblo casi de forma artesanal.
Estaba saboreando en una cafetería una tostada con aceite Picual, los desayunos en el Sur son un manjar de dioses, estaba vigilando mi coche cargado de producto de la tierra, cuando de pronto dos agentes de la policía local, que bajaron de su vehículo como si fuera a detener “ a BILADEN” dos agentes armados con su pistola y su móvil reglamentario comenzaron hacer fotos a mi coche, yo con mi tostada en la mano bajo la lluvia,(hoy llovía en Baeza milagro) le quería explicar la situación pero ellos de malas maneras, amenazantes, me dijeron aparque bien su coche, cuando salí del coche yo quería hablar con los agentes, ellos dijeron está usted multado yo les pedí el papel de la multa y dijeron que con la pandemia no hay papeles, no sé si será cierto (desde la pandemia todo es tan distinto, o tan igual) no sé si tenían miedo a no saber redactar una multa, o tal vez sea como aquel chiste de” guardia civiles que un agente le preguntaba a su superior como se escribía arcén con ¿ h o sin h? y su superior respondía pon cuneta burro” los agentes se marcharon, corriendo supongo que a detener a Maduro que dicen anda de vacaciones por el SUR, en fin que yo me quede con mi tostada mojada, con el agua bendita y el aceite de Picual en mis manos, y con una multa sin papel o sea virtual y cara de tonto claro, por no decir otra cosa.
Ya ni termine el manjar que es desayunar en mi Baeza, cogí la carretera de IBROS y para Valencia mas quemado que la sierra de Ronda, puse la radio para seguir torturándome, porque los informativos son torturadores y escuchar como los políticos siguen insultándose unos a otros, como los periodistas que se suponen imparciales, también se posicionan cada uno en un bando, como la España de la guerra civil, que triste, el Sainete se transforma e tragedia, y oigo que otra mujer ha sido asesinada en Alicante, que la luz sigue subiendo, en fin que decido dejar de torturarme y apago la radio ya hay bastante por hoy.
Ahora miro de refilón, como se mira la tierra cuando uno conduce, y veos los campos Manchegos que se endulzan con esta agua fina, las pámpanas de las viñas se están mojando y las uvas seguro que son terciopelo, ahora que ya estamos en vendimia la lluvia es un gran regalo para el campo, el agua cae monótona sobre la luna de mi coche y los parabrisas no dan abasto, veo los camiones y pienso duro trabajo el de camionero en estos días de aguacero, la tecnología de mi coche me avisa de que me acerco aun radar móvil, y miro atentamente hay están debajo de un puente oculto el coche de la guardia civil, y vuelvo a pensar en la multa y en este país donde todo es oculto todo rastrero, y pienso porque nadie se escucha porque no se escribe, porqué tanta autoridad inmoral, porqué hemos aprendido tan poco en fin quiero pensar que son rescoldos de una multa que ya no pagara mi padre.
Y ahora con el que ya no esta converso y le hablo de Baeza su pueblo y el mío que tanto nos dio a pesar de todo.
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