UN INFINITO JUNCO POR TESTIGO
Ando
releyendo y subrayando con lápiz “alemán
de mina blanda” un libro del que hablaron muy bien en plena pandemia, yo ley
entonces críticas muy buenas de amigos escritores, también me hablaron muy bien
de esta obra la sabias lectoras de mi
club de lectura, las críticas en prensa y mis sabias amigas nunca me fallan a
la hora de señalarme una lectura, se trata del INFINITO EN UN JUNCO DE IRENE
VALLEJO.
Cuando se publicó la primera
edición de ese libro en septiembre del 2019,ya lo vi cómo posibilidad de “auto
regalo” para mi cumpleaños que es septiembre también yo nací el mismo mes que
el magnífico libro de Irene Vallejo en septiembre.
Cuando cumplo años y es una manía
mía, siempre me regalo poesía como reivindicación por los versos, le da siempre
un sentido nuevo a un año que renace cada vez que apago la llama del presente,
entonces empiezo la senda de un poemario, el ultimo es (Días en Blanco la poesía
completa de José Luis San Pedro) me acompañara hasta septiembre de este 2021
este año tan extraño y tan “blanco” tan resbaladizo que acaba de comenzar y que
espero que los libros me protejan ahora más que nunca me encomiendo a la
palabra escrita.
Nunca me auto regalo “ensayo para mi aniversario
“y ya sé que no es un ensayo, este magnífico
libro es mucho más que un ensayo es un una reivindicación de la lectura, los libros
nos agrandan la vida hacen que las alamedas del alma se abran en cada palabra
en cada lectura hay un abrazo un suspiro,
sí claro que los libros tienen vida propia los autores y autoras, son padres y madres de palabras escritas que nos
emocionan nos hacen llorar, soñar vivir, los libros insisto nos agrandan la
vida, por cierto que buena la palabra ensayar como me gusta, me lleva a otro
territorio que me encanta el teatro.
En casa hace ya unos años evitan
regalarme libros, porque dicen que los libros me los regalo yo y que no tengo
paciencia para espera un regalo, sobre todo si es un libro que me gusta, así
que ya dan por hecho que yo me auto
regalo el poemario que me gusta.
Los libros sirven para mucho, y
los que sois lectores lo sabéis de
sobra, hoy he descubierto una doble capacidad de las palabras escritas, ahora estoy
leyendo frente al sol que cae de las montañas de Morella un sol que brilla
sobre la petrificada nieves de los “puertos Morellanos” un lugar del paraíso para
tomar el sol en los días de frió como hoy, me acompaña la lectura acabo de subrayar
unas palabras de Ovidio de su libro el “arte de amar tan censurado y castigado
por el imperio romano, por los cristianos, el sol se ha puesto frente a mis
ojos deslumbrándome con su claridad imponente, he puesto estas alas de palabras en mi cara
para protegerme, este Papyrus de James Bruce que me acompaña esta mañana esta
portada antideslizante suave, me he quitado los guantes y he pasado mis dedos
por la piel de esta portada tan hermosa y cómplice de El infinito en un Junco
es una de mis “debilidades” pasar mis dedos por la piel del libro, he abrazado estas palabras como si abrazara el
amor del poeta Ovidio, y la emociones se conjugan, se mezclan con este Sol de invierno,
con esta ternura que significa abrazar palabras, y mis ojos denuncian también a los bárbaros que quemaban libros,
tantas emociones esta mañana de Enero con el alma cargada de memoria, abrazando
un texto para calentar mi cuerpo, revindicando
siempre el planeta libro como la herramienta tierna para agrandar la vida.
Morella enero 2021. J.MONTORO
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