martes, 30 de junio de 2020


DIARIO Del HIJO DEL CORTAOR.

Pestugas con fruto. I

                Desde muy niño yo acompañe a mi padre en sus tareas del campo el siempre fue jornalero campesino sin tierra que trabajaba de sol  a sol, aspiraba a tener un día algún  olivar en propiedad tenía pasión por el olivo era su árbol preferido cuando pudo y fue muy tarde pues su sueldo no le permitía ahorrara, un domingo me levanto muy temprano y me subió a la mula que llevaba las cantareras puestas, y el hacha de cortar recién afilada, no era tiempo de corta y me sorprendió que el llevara el hacha cubierta con una piel de cabra, también llevaba las hozes la mía pequeña y la suya recién  afilada, lo de la hoz me sorprendía menos  yo creía que íbamos a corta garbanzos ¿Qué por cierto era el trabajo del campo que menos me gustaba a mí , si es que me gustaba  algún trabajo del campo? -no a mí no me gustaba el campo, pero arrancar garbanzos lo odiaba, acabar con las manos sangrando por el salitre de la planta, arrancar de la tierra  con un calcetín en la mano como única protección esa planta pinchosa era un suplicio. Aquel día era todo tan misterioso para mí, los cantaros, la hoz, el hacha en aquel domingo caluroso de verano yo no salía de mi asombro.
 Bajamos con dirección a Mágina y paramos en las tres fuentes para llenar unos cantaros de agua, yo pregunté si era agua para casa y el emocionado me dijo esta agua es para tí -yo no entendí nada esa mañana todo era extraño para mí, pensé que nunca hasta entonces cogimos agua para bajar en dirección al rio, cantaros el hacha mi padre silbando sus canciones favoritas, pensé que mi padre no estaba muy bien ese día.
 Caminamos juntos por un camino polvoriento con la arcilla de los cantaros sudando, mojando la vieja albarda, cerca de la fuente del agua gallega, y antes de llegar al túnel de la vía que pretendía unir el  Levante con Andalucía ,Utiel -Baeza una obra que inicio la dictadura de Primo de Rivera  continuo la obra en los años 60 y finalmente en tiempos de democracia los políticos decidieron no ponerla en marcha desestimaron la posibilidad de que la línea Utiel-Baeza se pusiera en marcha a pesar de tener toda la obra acabada.
 Esas vías esos túneles por los que a mí me encantaba pasar sobre todo el verano cuando entrar en el túnel era un paraíso el calor del campo del olivar  sofocante, daba paso aun frescor mágico que teníamos en el túnel la primera vez que atravesé el túnel el miedo me encogió el corazón , fue la primera vez que sentí miedo a la oscuridad que me cogí y aprete con fuerza la mano de mi padre que a su vez apretaba con fuerza la riendas de la mula, el animal  como yo seguramente también tenía miedo cuantas noches las pesadillas no me dejaron dormir pensando en los misterios de aquella estancia, de aquel tren que nunca cruzo esa oscuridad que tanto marco mi vida.
Al salir del túnel la luz nos cegó los ojos Bajamos por una vereda donde solo podíamos caminar de uno en uno yo iba a la sombra de mi padre el canturreaba, y yo seguía en una nube llegamos a un olivar abandonado un añejar donde los jamargos crecían en las camas de los olivos un olivar lleno de hierba y maleza donde los acebuches de ladero se confundían con las zarzas, mi padre  había comprado aquel desastre, que de olivar solo tenía el nombre la hierba y las piedras estaban por todos sitios los terrones petrificados eran enormes, las ramas de los olivos se confundían con la selvas las pestugas de los arboles de los olivos tenían fruto y esa era la clara constancia de aquel abandono. Mi padre decía siempre que cuando un olivo da fruto por las pestugas, es por que esta abandonado, y nada mas cierto que lo que veía mis ojos, mi padre estaba emocionado era su primer campo la primera propiedad que compro mi padre era un lugar abandonado donde los lagartos hicieron su casa, un lugar lleno de culebras.
Mi padre me miro y me dijo este añejar lo haremos tu y yo un vergel, se acerco al olivo que en la pandera de las tres fuentes  se moría de olvido y comenzó hablarle mi padre de siempre hablo con los arboles desde niño el creció con ellos y ellos eran su familia los olivos de Mágina fueron su vida siempre, y con ellos compartió su soledad y sus alegrías, el olivo con el que el ahora habla era de su propiedad y de él y de las tórtolas que zureaban esta mañana calurosa de verano.

Valencia verano del 2020.

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