Diario de un cuidador inexperto.
Hoy la resaca de madre la llevo, la arrastro por las calles, mojadas de mi corazón, ayer antes de despedirme de ella, que por cierto las despedidas de los domingos por la tarde son muy dolorosas ella no quiere que me valla, y pone en marcha sus estrategias de niña grande,empieza por dolerle todo,y se inventan enfermedades, ,- yo recuro a sus refranes que siempre ella utilizo,- no mama no te duele ''como tu dices siempre no pongamos la venda antes que la herida`` y ella se calla, luego me dice, que el ángel que la cuida igual no llega esta noche, y yo le digo que si que viene lleva dos años viniendo siempre, el ángel nunca falto a su cita, y se queda en silencio buscando otro motivo,yo le digo mama tu quieres que me quede siempre contigo verdad, y me abraza, antes de que te vallas vamos a dar un paseo por la casa,y la levanto y la pongo en su taca taca, moderno en su carrito azul, me pongo a sus espalda y caminamos por la casa, con la lentitud de los años del salón al dormitorio hay diez metros y tardamos,diez minutos o mas,luego la cocina que no reconoce me pregunta quien guisa en esa cocina joselito, y yo le respondo que mi hermano y yo, y el angel que te cuida,me dice esta nevera no es la mía, y le respondo si mama esta es tu cocina aquí as hecho de comer tu los ultimo 50 años., pero no reconoce su cocina ella que era la reina de las recetas caseras.
No sabe donde esta pero intuye que yo me voy a marchar y yo noto su temblor en su piel el ultimo paseo de los domingos por sus 80 metros de cárcel, es doble y caminamos los dos lentamente sin destino,dejando un ciclón de miedo a cada paso.
Yo le digo mama me tengo que ir, y recuerdo cuando ella se iba a recoger aceituna y me dejaba con mi chacha,yo tampoco quería que se fuera, no me soltaba de su falda, ese miedo infantil le renace a ella en cada despedida, y siente una angustia su hijo se tiene que marchar y se queda huérfana cada domingo.
Ella sabe que un hijo es un hueco muy grande en su corazón que no lo cierra nadie,hoy me despedí con un poema memoria de madre, y tuve que hacer artimañas para marchar y usar otra vez las mentiras piadosa,y decirle que ella va siempre conmigo pero no le consuela nada,cierro la puerta de la calle muy despacio para que no sepa que me marcho, y bajo las escaleras llorando,el mundo y el domingo se me acaban, aunque la tierra siga girando el mundo se para en un adiós.
Aun siento su mano sarmentosa cogiendo mis mejillas para darme el beso del domingo el beso mas amargo,el de la despedida.
No sabe donde esta pero intuye que yo me voy a marchar y yo noto su temblor en su piel el ultimo paseo de los domingos por sus 80 metros de cárcel, es doble y caminamos los dos lentamente sin destino,dejando un ciclón de miedo a cada paso.
Yo le digo mama me tengo que ir, y recuerdo cuando ella se iba a recoger aceituna y me dejaba con mi chacha,yo tampoco quería que se fuera, no me soltaba de su falda, ese miedo infantil le renace a ella en cada despedida, y siente una angustia su hijo se tiene que marchar y se queda huérfana cada domingo.
Ella sabe que un hijo es un hueco muy grande en su corazón que no lo cierra nadie,hoy me despedí con un poema memoria de madre, y tuve que hacer artimañas para marchar y usar otra vez las mentiras piadosa,y decirle que ella va siempre conmigo pero no le consuela nada,cierro la puerta de la calle muy despacio para que no sepa que me marcho, y bajo las escaleras llorando,el mundo y el domingo se me acaban, aunque la tierra siga girando el mundo se para en un adiós.
Aun siento su mano sarmentosa cogiendo mis mejillas para darme el beso del domingo el beso mas amargo,el de la despedida.
La semana no empieza en lunes, comienza en las tardes del domingo cuando dejo un te quiero en las mejillas de mi madre.
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