martes, 11 de octubre de 2022

 LUNA LLENA EN EL HUERTO DE PLAUTO

En mi infancia mi padre me hablaba mucho de la luna, muchas noches lo vi en la puerta del cortijo o en las eras de Mágina sentado contemplando la luna con su mirada fija en las panderas de Aznaitin el siempre me decía Joselito que importante es la Luna yo siempre respondía si es muy bonita, y el añadía hermosa e importante.
Ahora recuerdo que una noche de primavera me dijo Joselito mañana que hay luna menguante plantaremos las estaquillas de las tres Fuentes, el hacía ya unas semanas que había hecho en la tierra con su azada un hoyo considerable, hacia días que cargaba los cantaros en la fuente y los dejaba caer en la tierra despacio para que no se hiciera charcos, yo entonces no entendía nada, porque la luna era tan importante para la tierra ,- yo no lo comprendía y pensaba que era una manía mas de mi padre, como la de subirse al mulo siempre por la parte izquierda, o como lavarse la cara siempre en un cubo metálico, y muchas más, manías que otro día contare, lo de plantar en el huerto con luna en cuarto Menguante o luna decreciente, a mi me parecía una manía mas de mi padre, una leyenda mas de los viejos agricultores.
Estos días estoy plantando en el huerto de invierno mis semillas, mis pequeños esquejes, cuando uno planta en la tierra siente una emoción muy especial y durante los días siguientes a la siembra siente una ansiedad desmedida, y te pasas mirando la tierra de una forma obsesiva, esperando ver siempre unas hojitas unos pequeños seres que crecen misteriosamente para mí, ver crecer de una pequeña semilla un pequeño árbol con su tronco su savia y sus hojas o “alas,” con su sangre que emana de la tierra.
Ayer fui al huerto de Plauto que un día os explicare por que bautice mi huerto con ese nombre de, esté comediógrafo, que primero fue actor cómico, este molinero romano que en su tiempo de ocio escribía comedias, bueno la historia de Plauto y mi huerto será par otro día.
Hoy llegue al huerto todo apresurado, con la prisa que me crea ver la tierra , y sobre todo ver la siembra, y mi sorpresa fue ver que los ajos que plante la semana pasada estaban todos en el surco fuera de la tierra, me quede sin palabras mudo como puede ser que estén todas las cabezas de ajo fuera de la tierra y después de mi espanto, busque las razones los culpables vamos y mire y vi los Pichones del Turia sobre volando la tierra, ya los tenia las palomas han sido, las misma palomas que se comen las hojas de las coles, y que según mi amigo Carles les encanta el sabor dulce de esas hojitas, ellas desenterraron de la tierra las cabezas de ajos, y fui a contárselo a un hortelano veterano, no sé si os lo conté antes yo soy un inexperto aprendiz de hortelano, el veterano me dijo .-No, no fueron las palomas fue la luna llena, y siguió hablando el sabio hortelano,- con la luna llena no se siembra se quitan las malas hierbas y poco más.
O sea que las culpables no fueron las palomas del Turia que ellas no desenterraron la siembra, que fue el influjo de la luna y claro inmediatamente me vino la voz de mi padre y todos mis recuerdos se fueron al Sur, a Mágina al banco de piedra del cortijo donde mi padre me decía Joselito se siembra siempre en luna decreciente, menguante, nunca en luna llena y ahora entiendo que lo que yo creía que eran manías de mi padre no eran tales, si no certezas que él había aprendido de sus ancestros, dé su padre y de sus abuelos jornaleros, hortelanos que vivieron “vigilando” las lunas,.
Ahora mientras me “doctoro Peritos en Lunas” viendo videos de¿ Yotuve y descubriendo la oscuridad de la luna nueva, o la “sonrisa” del cuarto creciente o vigilando toda la energía de la luna llena que ahora sé que es la” culpable” de la siembra de otoño en mi huerto de Plauto.
JOSE MONTORO OCTUBRE 2022
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