miércoles, 18 de septiembre de 2019


Diario de un poeta jubilado.

RESONANCIA CELEBRAL

Esta tarde tenia cita con la´´ fe `` o mejor dicho en el HOSPITAL LA FE, para un hipocondriaco como yo ir a un hospital es ir al infierno de las ´´neuras`` caminar por territorio hostil los hipocodriac@s somos una raza muy difícil, tenemos una facilidad para viralizar todo lo enfermo.
Fui en autobús pensando que sin conducir, iría mas tranquilo y tal vez mi preocupación bajaran de nivel, Craso error, porque si hay algo que tenemos  esa raza tan extraña es que tenemos un oído excelente, y adecuamos el sonido siempre alas variopintas enfermedades que tienen todos los seres que nos rodean e de confesaros que a veces he tenido hasta enfermedades de animales, por lo que no puedo hablar ni los que llevan su ser querido al veterinario.
Pero no era de eso de lo que os quería hablar, era de la s pruebas medicas que me iban hacer esta tarde, y era un TAG Y UNA RESONANCIA CEREBRAL, si ya me da miedo pronunciar estas palabras, que te realicen la prueba ya es un castigo, lo primero que te dice la enfermera es que firmes unos papeles, ´´que yo siempre pienso que es como firmar tu último deseo`` después caminando lentamente, y yo lentamente no se andar, y menos viendo en las  paredes símbolos radiactivos,  aquellos que pintábamos en las pancartas cuando nos manifestamos gritando nucleares NO.
 La enfermera me llevo hacia un pequeño cuarto donde me dijo deje sus pertenencias las gafas y todo lo que lleve, hasta un poemario de FEDERICO GARCIA LORCA,  en una caja todo revuelto junto a mi miedo, la medica me preguntaba si tenia tornillos en alguna rodilla o un ´´bai pas’’  en mis venas, un interrogatorio medico en toda línea, y la gran pregunta tiene usted claustrofobia – pues claro le respondo un hipocondriaco  como no va a tener  claustrofobia.
Bueno me dice iremos despacio usted respire, y me suben en una nave espacial tumbado, con unos grandísimos auriculares para evitar los daños colaterales de un despegue ‘espacial`, y yo creía que mi relajación, mi meditación, herramientas que estoy utilizando para combatir esta ansiedad, esta angustia que ha creado en mi cuerpo, el resistir diario,  en esta sociedad enferma  que nos ha tocado vivir tan mediocre como los gobernantes ´ fecales que nos han llevado a una desesperanza viral.
Y así estoy dentro de un tubo metálico sudando la gota ´gorda ‘con una música nuclear apropiada para yonkis maquineros, para zombis de la era de la música ´BACALAO` así me encuentro escuchando, sirenas de muerte ruidos infernales que vecen todas mis estrategias de quitarme el miedo a estar treinta minutos en un infierno metálico, nuclear, radiactivo.
Y aquí estoy intentado recuperarme de esta tarde atormentada, respirando profundamente debajo de un naranjo urbano, buscando una meditación eterna, que me deje dormir esta noche, buscando un mundo  MINDFULNESS, una música marina que alegre mi maltratado cuerpo que arrastra daños colaterales de una tarde de revisión, una noche ya de hospital en la planta cero. de un lugar que le llama la ‘fe’.
Valencia 18 de septiembre 2019                                                       

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