Domingo de recuerdos en mí Baeza.
La brisa dulce que llega de las orillas de un mar de olivos esta mañana con resaca de emociones, me lleva a perderme por las calles de mí infancia puerta Úbeda , calle del Carmen Cuesta Prieto, que desemboca en San Ildefonso mi calle donde me Doctore pirata, de la pelota, en el empedrado está mi sangré, aquí me mordió en el culo el Alican el perro de Diego que dejó en mi un miedo terrible a los perros que aún hoy no he superado, aquí sigue viviendo Blasa un Ángel que me vio nacer y crecer, que me sige queriendo con su amor incondicional,aquí está la casa de los Potriches compañeros de aventuras que tanto añoro. Aquí está la casa de mi chacha Rosa con su balcón tapiado, aquí permanecen intactos todos mis recuerdos, está calle de Baeza es mi única Patria en la que me reconozco.
Luego camino lentamente hacia la Cruz Vaqueta que no recuerdo si era con V o con B y ningún vecino sabe decirme cómo se escribe, en este jardín quemado sentado sobre en el escalón de la Cruz pase parte de mi infancia, el granito permanece intacto aquí espere a mí padre al labrador de más aire, aquí lo esperaba mí madre con mucha ansiedad en los duros días de invierno cuándo se retrasaba por qué los mulos se atascaban, aquí lloramos las tragedias y reímos como niños, aquí el dolor nos cambió la vida, y con besos furtivos nos enamoramos. Aquí, ahora mirando el mar de olivos vuelvo al territorio de los recuerdos, aquí mí mundo se agranda, aquí en el territorio de la infancia.
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