DIARIO DE UN POETA REFORMADO
Hoy mi cuerpo , mi mente anda enfebrecido y no, no tengo fiebre, tampoco mis neuronas andan demasiado bien, no me gusto nunca desnudarme
en las palabras pero no hice otra cosa que dejar en ellas todo el devenir de
mis alegrías y también como no de mis tristezas de esta melancolía desolada,
que siempre me embarga en las tardes de verano, con estos calores, uno se
enroca en el rincón del confort y como un gato a la sombra, busco el sueño de Morfeo
trasnochador, la siesta pero resulta que yo no fui nunca de ese sueño mágico
que tantas veces me describe mi amigo Rafa Alarcón, en esos avatares de la
siesta eterna, yo ando en un punto de mi vida donde vivo permanentemente cerrando
el circulo, ya deje de jugar al futbol hace tiempo por que mi cuerpo , ya no
respetaba esa carreras que cuando era niño echaba en las eras de mi pueblo, no trasnocho por que tampoco mi cabeza me lo
permite, y aunque se me ocurren locuras, siempre son en sueños, me cuesta echarme
unas risas, porque me faltan razones, y que decir del sexo que va agonizando.
La vida a cambio te
da otras cosas y ya no buscas con ansias la felicidad, esperas que llegue, sentado
en una silla de nea en un cine de verano, la felicidad es una película, en un
cine de verano.
Siempre me pase la vida buscado esa utopía que es ser feliz,
y lo digo por que en mi sangre corre siempre un rio inconformista, me da miedo
perder la ‘’rabia’’ que me hace revolverme cuando la injusticia se pone a mis
pies, y sí, tengo mucho miedo a mirar hacia otro lado, cuando alguien te dice
tu no te metas en eso, que esa gente está loca.
Esta mañana en la fabrica de músculos que visito para ver si
es cierta esa sabia frase que dice cuerpo sano, mente sana y buscando ese equilibrio en mi vida, me tropecé
con un tatuaje en el bíceps de un gigante, con estas palabras grabadas en su
piel ¡ACTITUD COÑO ¡ e visto todo tipo de tatuajes pero
este me sorprendió, me dieron ganas de preguntarle, por que se grabo en su piel
lo de actitud y porque lo unió con coño, pero me reprimí y por una vez le hice
caso a una voz que me hablaba de mi interior ‘’tu no te me tas en eso’’ y
aunque la tentación me persiga, nunca le preguntare, aun forzudo por que se
hizo ese tatuaje, sobre todo por los daños colaterales que el pueda hacer en este cuerpo mío, que anda despidiéndose de todo lo que requiera
sobre esfuerzo.
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