Versos de un poeta en precario
OLIVOS DORADOS
Día excepcional en familia, en Espadan con el compañero Claudio, disfrutando de lo olivos centenarios,que rodean la casa,de una de las personas mas maravillosas que la vida puso en mi corazón,disfrutando de la magia del paisaje,con el rumor del agua, escribo estas lineas,allí,bajo los verdes de mi infancia,bajo un sol de otoño,vestido de otro tiempo,agradezco, la hospitalidad, y el calor de los abrazos,que me hacen crecer de repente,campo arriba,entre los olivos dorados,oyendo desde abajo ''ponte para la foto''y yo me pierdo en el lentisco salvaje, libre de acero.
Paso mis dedos por el pasado, por aquella noche eterna cuando ardió el paraíso,cuando el fuego dejo el miedo perenne en esta tierra,toco las cicatrizadas,heridas,la soledad de unos olivos,donde descansan los gorriones,y los bancales nos invitan a escalar otra vez campo arriba,el sol espera con impaciencia los días de frió, la leña nos mira,con temor la bandera blanca, ahora se torna pirata, y nos vigila con sus ojo ciego,los tejados derrumbados a lo lejos nos invitan, a bajar para salvar un pueblo de callejones, y perros libres.
Las mujeres gritan bajar que se hace tarde, y las piedras nos ordenan,que cojamos el camino del paraíso.
Otro día sera, una sensación, entre árbol y lentisco inunda nuestras almas, nuestra tierna amistad, que a pesar de los años, continua siendo fuerte y noble.
Paso mis dedos por el pasado, por aquella noche eterna cuando ardió el paraíso,cuando el fuego dejo el miedo perenne en esta tierra,toco las cicatrizadas,heridas,la soledad de unos olivos,donde descansan los gorriones,y los bancales nos invitan a escalar otra vez campo arriba,el sol espera con impaciencia los días de frió, la leña nos mira,con temor la bandera blanca, ahora se torna pirata, y nos vigila con sus ojo ciego,los tejados derrumbados a lo lejos nos invitan, a bajar para salvar un pueblo de callejones, y perros libres.
Las mujeres gritan bajar que se hace tarde, y las piedras nos ordenan,que cojamos el camino del paraíso.
Otro día sera, una sensación, entre árbol y lentisco inunda nuestras almas, nuestra tierna amistad, que a pesar de los años, continua siendo fuerte y noble.
Que buen texto, amigo, que manera de presentar esas imágenes. Un saludo.
ResponderEliminarCristian Alexis González