miércoles, 23 de mayo de 2018

Versos de un poeta precario.
BERNEGAS
Llegamos de madrugada,
como viene la muerte,
la niebla nos dio la bienvenida.
Yo olía a infierno,
en la dura intemperie
de una noche sin sueño,
llegamos a Leon.
Me bajaron a empujones
de un vagón sin nombre
y alguien grito
a formar,la voz
retumbo en las cenizas
del alba ,a las afueras
junto a los muros finales
de la estación del Norte
donde el Bernegas
pierde su razón de rió.
Nos insultaron,nos vejaron
por ser reclutas.
las botas de los soldados
rugían en el suelo.
Yo tenia las puntas
de mis dedos helados
en el hombro,
de un desconocido
y mucho miedo.
El soldado con galones
levanto el fusil,
y pregunto esto que es
recluta,acerco el acero
helado a mi mejilla.
Esto es un ''chopo'' recluta.
Desolado,murmure,
un chopo asesino.
No hay ningún arma
que pueda llevar el nombre
de un árbol.
Los chopos del Bernegas
lloraron esa madrugada.
Yo llore,desconsolado
llevaba una rosa blanca
en mi mochila,una rosa
de despedida,una rosa
de amor,aun conservo
sus pétalos,entre
los ''cien años de soledad''
que acompañaba mi naufragio.
Recordando un final de Mayo de 1979.
mayo del 2018.

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