martes, 18 de noviembre de 2025

 Las espinacas del huerto de Plauto  el Hambre del Franquismo.


Cuando era niño bajaba con mi padre por el camino de San Antonio,acompañaba a mi padre con un rastrillo y un artilugio que diseño mi abuelo para hacer suelos, los últimos suelos de la temporada, siempre los hacíamos, en el olivar  cercano a la encina negra, el lugar donde don Antonio Machado descansaba en sus paseos hacia Úbeda la ciudad hermana, dábamos un rodeo que yo no entendía mi padre conocía un lugar donde estaban las mejores collejas de la Loma, las collejas eran las espinacas silvestres, que crecían cada año en aquella sombría cerca del olivar,  sin que nadie las sembrara, las collejas, y otras plantas como los cardillos, las setas,  salvaron del hambre a muchas personas en los años del hambre de la posguerra. Mi madre hacía con ellas y con caracoles un arroz caldoso fantástico, el arroz caldoso con collejas, caracoles y conejo era y sigue siendo mi plato de caliente favorito, siempre lo como en Noviembre cuándo recojo las primeras espinacas, estos últimos años las espinacas no fueron bien en el huerto de Plauto, pero la tierra es buena y este año el año después de la Dana las espinacas son fantásticas hoy he comido el primer arroz caldoso de la temporada, hoy he recordado a mí madre engañando a los caracoles con el sol tibio de Otoño  a mí padre recogiendo las collejas con su "navajilla" de cortar las setas, haciendo con ese cariño sin cortar la raíz, hoy he vuelto a mí infancia con un buen arroz de "collejas" ahora las espinacas son del huerto de Plauto, sembradas y labradas con mucho cariño,hoy e recordado aquellos años de extrema precariedad en los últimos " coletazos" del maldito Franquismo que tanta hambre nos hizo  pasar.

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