lunes, 25 de noviembre de 2024

 

Desde el huerto de Plauto 
 
Después de las lluvias torrenciales llegó la primera cosecha del huerto de invierno, volvieron las gallinas a cacarear melancólicas, el Gallo canto su " quiquiriquí " con todas sus fuerzas marcando su territorio, rompiendo un silencio tráfico de días enfermos, las regaderas perdieron la cabeza, de su cuello salen lodo, y el acero dulce de la azada aireo la tierra con una caricia, el rastrillo peino las ortigas dulces, los caracoles me contaron que las torcaces están tristes, que perdieron el apetito, y se pasan horas cabizbajos sentadas en la silla, contemplado un cielo indeciso de noviembre.
Hoy recogimos las acelgas multicolores, dulces como la miel, las espinacas " collejeras " que salvaron del  hambre de la posguerra a tantos supervivientes, están también en nuestra cesta, las últimas berenjenas que se niegan a que las salvemos de la tierra también se despidieron del huerto de Plauto, en silencio sepulcral los hortelanos laboran, la tragedia el miedo,todavía sobrevuelan en cada nube, que nos acogen la vida abre su boca en los labios de un niño recién nacido, la tierra el huerto nos habla con la sencillez y humildad que da la esperanza.
Ahora reparto mi humilde cosecha con mis vecinos, y siento que la gratitud es la canción más bonita del mundo , que aunque tú lo sepas padre, yo siempre me levantaré cuándo el Gallo entone su canto libre, porque el huerto de Plauto siempre me espera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario